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DEVOCIÓN Á LA VIRGEN DE LORETO. 143 ros y conduce á la parte superior de la bóveda de mármol que los cubre. No se encuentra allá arriba más que una máqui– na compuesta de algunas ruedas y engranajes para subir y bajar las lámparas colgadas en el interior del santuario. Desde aquella altura puede examinarse la cúpula con todas sus pinturas ya sumamente borradas y en eRtado amenazador; pero gracias á la piedad de los fieles, ya ha empezado la restauración de la cúpula y Basílica para celebrar con la pompa y majestad que corresponde el sexto centenario de la traslación milagrosa de la Santa Casa, que tendrá lugar en el año 1894. CAPÍTULO XXVII. CULTO Y DEVOCIÓN .'\. LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LORETO. Todo peregrino que regresa á su país después de haber visitado la Santa Casa, y todos los fieles y amantes de María que no conocen la Casa do Naza– ret ni su imagen protectora sino por lo que han oído referir acerca de sus maravillas, experimentan igualmente una dulce satisfacción al encontrar á su lado personas que hablen de Loreto y una ima– gen de tan dichoso santuario, ante la cual puedan prosternarse, ofrecer sus votos á Nuestra Señora de Loreto y recibir las gracias y dones que ella les conceda. Este doble sentimiento ha contribuido desde un principio á que se consagrasen iglesias en honor de la Santísima Virgen de ese título, que se han ido multiplicando y exparciendo por todas las partes del mundo. Los habitantes de Recanati nos ofrecen de esto