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142 INTERIOR DE LA SANTA CASA, garzado en oro el vaso en forma de taza ó escudilla que usó la Santa Familia. En ella se ponen para bendecir todos los objetos de devoción que los peregrinos quieren llevarse de Loreto, y también se vierte en la misma el agua que se ha de dar á los enfermos y que no pocas veces ha obrado milagrosas curaciones. El otro armario contiene las reliquias preciosas regaladas á la Santa Casa, y entre ellas un pedazo de vestido de lana que tenía la estatua de la Virgen cuando vino de Nazaret á Tersatz é Italia. En el úngulo, frente á la puerta, est:ín colgadas las dos campanas antiguas que trajo la Santa Casa de Dalmacia. También se ven multitud de bolsitas de seda con– teniendo pedacitos de piedras ó de argamasa, que una devoción indiscreta indujo á algunos fieles á arrancar de las paredes, y que después restituyeron por ese medio, temerosos de haber incurrido en ex– comunión y de que cayera sobre ellos el castigo que otros muchos sufrieron infaliblemente en igual caso. Los fieles no penetran en la parte del Sanfo Ca– mino más que para presentar las ofrendas y recibir la bendición, y rara vez lo hacen hasta el fondo de este ángulo en que además están las paredes protegidas por un revestimiento de láminas de cobre. Es un verdadero milagro la existencia de la Santa Casa: sostenerse aquellos romos destrozados y ruinosos sin trabazón, sin cimientos, y que ni si– quiera descansan á plomo sobre el suelo que los sos– tiene; puede decirse que están casi en el aire, soste– nidos por la omnipotencia de Dios y la protección de la Santísima Virgen. Hay otra cuarta puerta que da á una escalera en espiral que no deja percibir nada de los santos mu-