BCCCAP00000000000000000000534

116 LA VIRGEN l'ROTEGE Á LAS ARMAS CRISTIANAS. tró entre los escombros de un castillo desmantela– do, cubierto de polvo y con las señales frescas de las pisadas de los caballos de los bárbaros, un cuadro que representaba á la Santísima Virgen tal como se veneraba en la Santa Casa de Loreto, y leyó con la más grande sorpresa estas inscripciones en los dos lados de la imagen: «Por esta imag·en de María, tú, Juan, Rey de Polonia, serás vencedor.» «Por esta imagen de María, yo, Juan, Rey de Polonia, seré vencedor.>) Por más investigaciones que se hicieron para averiguar quién podría haber hecho aquel cuadro, no se halló nadie que diera de ello el menor indicio; ni tampoco se había conocido ningún otro Juan, Rey de Polonia, que luchase con los turcos, más que aquél. El general lo presentó al Rey, haciéndole no– tar que ningún soldado de los que habían removido los escombros antes que él, le había visto; y este f, rodigio decidió á Juan, Rey de Polonia, á elegir en ugar de la catedral de San Esteban, la capilla de Nuestra Señora de Loreto, en la iglesia de los Agus– tinos, para cantar el Te Deum en acción de gracias, que él mismo entonó después de haberse postrado con la cara sobre la tierra. El Ude Octufüe siguiente, confiando en la pro– tección que le había ofrecido la Santísima Virgen de Loreto, empeñó bajo sus auspicios la batalla de Parkany, y con esta victoria rechazó á los turcos más allá de las fronteras de su imperio. En esta ocasión fué, pues, cuando envió á Ino– cencia XI, con destino á Nuestra Señora de Loreto, el principal estandarte de los turcos con la inscrip– ción que he copiado arriba. Después que murió el Rey, la Reina ~faría Casi– mira, su viuda, envió á Loreto una copia del cuadro que fué guardada en el Tesoro.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz