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DIOS PI\OTEGE LOS DEVOTOS DE LA VII\GEN. 103 blico dichas entrañas, sur:;pendidas en el interior de la Basílica, y cuando empezaron ri corromperse, fue– ron reemplazadas por un cuadro que se conserva todavía con la inscripción que recuerda toda la his– toria del milagro. El Papa .Tulio TI puso sitio á la ciudad de la Mi– randola, injustamente arrebatada á los dominios de la Iglesia, .Y en los momentos que celebraba un con– sejo de guerra á la vista de los muros de la plaza, una bala de cañón húbilmente dirigida derribó su tienda sobre él y sus g·enerales, pero todos quedaron ilesos. Atribuyendo esta milagrosa salvación á la pro– tección de la Santísima Virgen ele Loreto que él ha– bía invocado, y deseando el victorioso Pontífice eternizar la memoria de este hecho y dar un testi– monio público de su reconocimiento, so apresuró á llevar él mismo á Loreto el proyectil que la mano poderosa de la Virgen Maria había deRviado de su cabeza y de los que estaban con él, y hoy Re halla slrnpendido por Ru orden en las paredes de la Santa Casa al lado de la Epístola. Pocor:; días des¡rnós, y ele regreso ya en Roma, envió ú la Santír:;ima Virgen de Loreto, entre otros presentes de gran precio, una cruz do plata de per:;o de ,!Q librar:;, en cuya Lase llovaLa grabada la si– guiente inscripción: Julio Il, Soberano Pontífice. La consagní á la rirgen de Loreto, Jladre de Dios, el ario de 1510. En esta ser7al vencerás. Algunos a:íioR antes de la toma de Constantino– pla, un jefe húngaro defendía una plaza fuerte sitia– da por los turcos, y habiéndolo hecho traición un griego, tuvo que arrojarse con un puñado de los su– yos en medio de los enemigos, á quienes logró con– tener por un momento, ú fuerza de prodig-ios de va– lor y haciéndoles muchor:; muertos; pero la lucha era

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