BCCCAP00000000000000000000533

-30- plo, pero que una mujfr mande al mismo Dios, es una sublimidad que no tiene punto de comparación.» «Habiendo querido Dios, dice Bossuet, darnos a Jesucristo por medio de María, este orden no se deroga ni se cam– bia; y por tanto siempre será verdad, que· una vez que recibimos por María el principio de todo don, iremos recibiendo siempre por su mediación las diversas aplírnciones de esas gracias que en tndos los estados com– ponen la vida humana.» ¡Oh verdaderamente inmensa y admirable la bondad de Dios, que quiso concedernos a nosotros, miserables reos, por Abogada a Vos, Señora nuestra, para que con vuestra poderosa intercesión nos alcancéis cuantos bienes necesitamos! Fijemos nuestra consideración en el bello cuadro que nos presenta la imagen de la Di– vina Pastora: ¿no es verdad que Joda su ac– titud es una confirmación del hermoso título de Abogada que aquí venimos ponderando? Medítese y pídase etc... Deprecaciones, pág. 6.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz