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-26- necesitéis Yo os lo alcanzáré. Venid a mí, que Yo os consolaré y seré vuestra defensa en el acatamiento. divino. Para eso. me he vestido de este sencillc y humilde traje, para ofreceros confianza: Acudid d Mí todos, y nunca marcharéis sin ser consolados. Medítese y pídase etc. Deprecaciones... pág. 6. Ejemplo Léese en las cróniq1s de la Orden de San Francisco, que un devoto joven tenía la costumbre de coronar la Image1_1 de María santísima con una hermosa corona de flores, que cada día entretejía: ingresó en la Orden Franciscana, y como no pudiera en el noviciado pres– tar aquel devoto obsequio a la Madre de Dios, a causa de otras obligaciones que en el santo noviciado le exi– gían_, determinó volverse al siglo, a fin de poder con más libertad tributar a la Reina del cielo aquel singu· lar obsequio', ~n efecto, salió del noviciado, pero antes - de abandonar el convento quiso .despedirse de su Ma– dre María santísima, y fuese a la Iglesia postrándose ante la Imagen de María. La Madre de misericordia se Je aparece y afeándole cariñosamente su proceder, Je entrega una corona de cuentas diciéndole: Recibe esta corona y rézala col'l devoción: ella -- me será más agra– dable que la '.corona de flores que antes ponías sobre mis sienes. Así lo hizo aquel joven, y volviendo al novi– ciado, fué después celoso apóstol del rezo de aquella corona, que hoy conocemos con el nombre de CORONA FRANCISCANA.

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