BCCCAP00000000000000000000532
1.-LA EVANGELIZACION EN LA EDAD MEDIA El anuncio del Evangelio en la Edad Media va dirigido a dos grupos muy diversos: La cristiandad y los infieles. Evangelizar la cristiandad equivalía a lo que hoy entendemos por "apostolado"; un término que entonces tenía otras connota– ciones por referirse más a la vida de los apóstoles, según la co– munidad de Jerusalén, que a su actividad. Las misiones entre infieles tuvieron su origen en la cristianización de los bárbaros, para después extenderse a los mulsumanes, la Europa del este e, incluso, a los mongoles. La evangelización de la cristiandad estuvo, durante la ba– ja Edad Media, casi prácticamente en manos de monjes, ya que el clero tenía poco influencia. Por medio de la liturgia y la cul– tura consiguieron mantener el Evangelio dentro de las espiri– tualidad teológica y crear una religiosidad popular que ilustra– ba y satisfacía suficientemente las necesidades de los creyentes, en su mayor parte campesinos. Cuando, a partir del siglos XI, los cambios sociales hicie– ron inoperante la influencia de los monjes, los canónicos regu– lares tomaron el relevo, uniendo a su vida cuasi-monástica la actividad apostólica. Pero quienes llevaron a sus últimas conse– cuencias la idea de que no bastaba con predicar el Evangelio si no estaba avalado por una vida pobre, fueron los Movimientos pauperistas. Estos Movimientos aparecieron entre los siglos XI y XII, albergando grupos muy diversos pero motivados todos ellos por un mismo espíritu: al ejemplo de los apóstoles, convertido en norma, que se manifestaba en la exigencia de la predicación iti– nerante y de la pobreza voluntaria. Los Cátaros, los Humillados y los Valdenses son los más representativos. 4
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz