BCCCAP00000000000000000000530

86 ga mi alm!á eri dulzuras divinas y, quisiera estar si,empre ~i repitiendo el nombre de María. Decir: María, María, es el clamor del co;razón, es el grito del amor, es la expresión del am1o,r a la Ma:cfr,e divina, es una necesidad dief alma que ama a la Madíre, esp,ecialrtJ.ente en tas horas de orfandad: yi d!esolación. María no es sólo Madre de Jesús, sino también. es M:a:clr,e nuestra. Este fué uno de los grandiosos y 1 sup1remo1s legad!o1s dlel amor del divino Jesús. Desd!e entonces los dfesterrad!os hijos de F,\dl:]n se acercan confiados a la Madre de Diots( y1 la iinvooa:n diciendo: María, Madre mía, salvadme. María, clama el niño ofreciéndole las primicias de su ino:– cente corazón. María, r,epite el joven en La conttnua y1 dura lucha con las pasiones. María, ,exc1ama la doncella pura, implorando la ¡:iy1ucla die su Madre Inmaculada. María, dice en voz baja el hombre en los momentos tormen– tosos de su vida, cuanclo se le junta ,el cielo con la tierra. María, susurra el enfermo y, el moribundo en su lecho de muerte, invocando ,el auxilio de su Madlre dliv'ina e impri 1 mi,endio un óscu1o en la imagen de María. . María M,aría, es la invocación constante y1 .el clamor unil– v,ersal de todos los pechos humanqs, ,en toclas las partes ''diel mundo. , Es ,el grito del amor y1 queda dicho toclo. Afirma San Germán: . Así como la respiración ·es _señal de vida, así también el invocar coú frecuencia el nombre de Maria es claro indicio de que el alma vilv¡e la vi!cla d(e la g111acia o que por esto la ha ele recobrar; porque este poderoso nombre tiene La virtud de alcanzar a los que d!evotamente le i:nvocan el favor de Dios. y, la Vida die la gracia. R1efugio y, torre fortísima e inexpugnable ,es ,el nombre de María para 1os que con amor !:J' deVioción le .invocan. San Efrén Uegó a decir: El :nombre de María es la llave die! cie1o, pará los que devotamente le invocan. El Venerable Tomás de Kempis se ,expresa así: Si queréis, hermanos míos, gustar _algo de alegiría ,en vuestros trabajos, acuf-. 'd'id a María, inv,ocad a María, obsequiad _,a Maria,, encomendao::– a María. Gozad con María, llorad con Mtaría, rogacli co¡n 'MarJa, caminad en oon:rpañía de María, -con Mtairía buscacl a J,esús, oon J,esús y- María desead viviir Y' morir (Acl Nlov., 5, 21). EJEMPLO.-San Casimiro, hijo del rey, Casimiro, muy' ami– go de los pobres !:!' enamorado ele la santa pureza virginal, fué devoto enamorado die María y, a Ella s,e encomend!aba s~n ce– sar. ¡Oh María!-decía el ,santo jov;en-; alcanzadme una p.u,– reza inalterable ,una modestia que edifique, una clulzura uini\– v:ersal, una dev,oción constante, una prudencia verdaclera, un corazón sin artificio _y, un espíritu recto. Bnci,ende en mi corazón una caridad perfecta_, apaga· toda centella e tncliinación cle con~ cupíscencia y, consígueme la p,erseverancia final. HaUe yo en

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz