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81 · oonden:aré? Todas son dudias. ¿Qué será die mí más allá de estos breves días de mi vid!a? ¿Dur,arnte todla la ,eternid!ad ,estaré en la gloria con Dios, cbn Jesús, con ,la Santísima Virgen, llngel,es '.Y' Santos, o ,en el infierno con los demoni,o!s !:J' condenados? Todo me es incierto. Bstas p1a1torosas pr,eguntas pw:puestas al alma 'en: ,el augus~ to, siliencio de la propia concie!Jlcia hari llenado de "tni,edio, lJ' han hecho estrem!e'der a v:a11on,es muyl s:an:to1s. y1 a:mligos de Dios. La razón de esos santos temor,es está mruy 1 elata !J' justificada, porque todos los demás pueden tener r,em!eidlio; para quien, ·se pi,erde ,eternamente y1a no le hay1, ni puede haberlo. . San Pablo dijo: Trába/ad con tenvor y: temJfüor en' ta obra de VMestra salvación (Fi:lip., 2, 12). . Y ,el divino Redentor añade: Esforzaos a entrar p1or ta 1},Uerta angosM:. porque os aseguro que muchos bus.cará,n, c.óm 'o entrar y ,no p1orlr.án (San Lúoas, 15, 24). Pues bien; .. según ensefian todos los Doctores, los P:adre1s de la Iglesia y, los Santos, la verdadera dlev'oción a la Sail1tisima Virgen María ,es pMnd'a !J! señal de pr,edlestinación. Pro.curé!– mos alcanzarla, Podemos con la ay1ud'a dle Dios. Dice San Germán:, Patriarca d'e Co1n:sita1ntínoplla: «Así como la r,espfración continua es señal y1 causa die la v'ida, la frecuen– te im.ioieacióin a María prueba que se goza de v:erd'.adlera v'id!a, y EILa da .,esta· vida y1 la conserva». · San F 1 elip 1 e Neri, con todo interés Y' 'Persuasión, deda a sus penitentes: «Si queréis,· hijos míos, persev:erar, sed de-. votos die María». · Dijo 1el. seráfico Doctor San Buenav:entu,na: «Si mi dMno",Re– dentor me arroja de su divina presencia por mis pecados, me postraré a los pies de su bendita Madre, g1 allí prerntane– ceré hasta que me hay1a alcanzadi9, ,el perdón. Porque ,esta -Madr,e die misericordia no sabe, ni ha sa>bido jamás, diejar die oomf– padiecerse' de 1os miserabl,es que imlplm1an su favor» (Sfi:m. div am., pág. 3). Añade San Bernardo: «Todas las generaciones ,te lla– marán Bi,enaventur,ada, porque todas ,ellas te so1n dleüdioras de la vida y, die la gloria: porque en Ti hallan los pecadores el p,erdó:n y1 los jus~os la persev1erancia en la qiv~na gracia». San Juan Damasceno llam!a a María Sa1ntísi 1m'a: «Bsp:eranza de los desesperados». · · · San Lor,enzo Justiniamó: «Esp·eranza ·de los malhecho11es». San Eft,én: «Puerto seguro para los· que naui'ragaJl1'». San l;l.gitstín: «Unioo refugio de los peoador,es». El Abad de Celles nos exhorta a ácudir siein' P.lr· e a,, . ~ 0 llamándola'.: «Tesor,er,a de las gracias», porque sólo p : 1~ •. '""-'< dfo aleanzarán d mundo y1 todos los hombl'es -fos tél ,es'." "-,."''r-·, , d . . ·"i''y:,:··:.:, . . ,:.,.........'•.'.,. pue ,an· esp·erar. ,,·. ;r;.,.,•;.,.""'''·"'''::é.. 1,:..,, San Ugorio igualmente nos asegura que la v ~ad'era;idie,> \;-;'.:\~, voción a Lá San!ís.ima Virgen María. ~s señal de A ,ffe.jI,~~'tinacfó:1\<' '\' 1 ~·'·, Lo cual con.firma San Anselml? d1cwndo: ,:Co 1 m ~e~;¡·m''..P;Os1~•l·e·,·;·.·¡•'.\,.. -¡: .• que se salve ,eJ que no e, p'roteg1dlo por Mana; s ta¡hh1enl .i'mk, ', \ ¡ ::;¡ posible que se condenen aqueUos a qiüenes , ,., a \~ir~ .. }fre. s'/;:': ;¡; abogadla». .. 2 \ \ . . ... . . ·. .... ;:: .• ~1 )ii¡{;

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