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72 CARTA· XXII Maríti Santísima alcanza piara sus devotos la perseverancia final -en el bien obrar Ji la salvación eterna. Carísirno jov•en: Una de las cosas que mucho p,r,eocupan .a muchas ,almas que sirven al Señdr Y' les da mucho que pensar es La perseverancia hasta el fin de su vida ,en eJ fiel ser.– victo del Señor. Si seré firm2 y, constante hasta mi última hora · yr si iré al cielo o si me perderé eternamente. Los mismos santo,s temían y1 temen, porque, al fin, no sabe uno :;;i ,es digno de amor o die odito; ¡no p:odiemos conocer con certeza y, s,eguridad si ,estamos en amistacl de Dios o no. T,e– rrible incertidumbre. Sabemos también que la e·mpr,esa más ardua y1 la ·más ne– oesari.a al hombre es persev•erar en el bien comenzado; porque hay1 que luchar contra las propias ,pasiones; contra las tentacio– nes de Satanás, que no. son pocas; ha!J! que hacerse· continua vio1encia a sí mism'o e imlponen,,e sacrificios; hay1 que huir de las ocasiones y, escándalos Y' de toclo lo. que nors pued'e pro– -vacar Y' ,arrastrar al pecado; hay· que arrancar las ·raíces de los malos hábitos contraídos y no contentarse 0011 cortar las ra– mas que vuelV'en a r,etoñar; hay, que tener odio al vicio y: amor ¡tmtrañable a la Virtud; hay, que cortar las aficiones desorclenaclas a las personas _!JI a las cosas; hay, que ,evitar las faltas Jev;es que nos llevan insensiblemente a, 1a culp'a gravie, y1 esto cuesta algúrn sacrific~o a nuestra voluntad que es flaca ,e inconstante en el bien comenzado. · Teniendo en cuenta esas verdadles nos. d'ioe el apóstol San Pedro: Vosotros habéis de poner todJo vuestro cuidado en ¡untar con vuestra fe la forf.aleza, con la .fortaleza la ciencia, con la ciencia la temp1l,anza, con la · temJplanza la pacM,n,cia, con 1a pac,iencia la p1:edad, con la p'ieaaa el amor' fratemal, y con et amor /ratemal la caridad ( o amor de Dio.s) ... Por ta•nto, her– manas, esforzaos ntás y• m'ás para asegurar -vuestra vocacü3,n y elección ,p:or medio de buenas obras: porque haciemlo esto no precaréis ¡amás. Pues de este n1'odo se os abrirá a1e par en par ta entrada en el reino eterno de nuestro Señor v SallfadJor Je- sucristo (2.ª, San Pedro, 1, 5, 6, 7, 10, 11). · Y ,el apóstol San Pablo: March1ad por el recto camino~ a fin 'de que alguno por andar claudican,rlo ( en la fe) ,w se desanime, s,ino a,ntes bien se corri¡a. Procurad tener p-az con todos y la santidad de vtdJa, sin la caal nadie piuede JJ'er a Dios (Hehr., 12, 13, 14). . T,ambién dijo Jesucristo: El que persevere hasta el fin se salvará (Sa:n Mat,eo, 21!, 13). Sé flel hasta la muert'e Y' te daré la corona de la. vida, se dice en ,el Apocalipsis (2, 10). Joven amado: la p,ersev,erancia en el servicio de Dios es la