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Un día le manifestaban 001mpasión por sus largos sufri– mientos y, ella contestó: «No soy1 tan desgraciada como os fi– guráis. Dios me concede la gracia die no p,ensar más que en EH. Eso !:J' :el enoomendiarse mucho a María Santísim 1 a re daban alientos para tan prolongádo martirio. 3.º Una piobr,e mujer seguía plieito con un caballero rico !J podieroso que había corrompido, a los jueces con dinero !Ji favo1,es. El pleito se hacía ,eterno 0011 el fin de cansar a la muj,er y, oonsumir en costas todos sus recursos. En tan r,ecto apuro acudió ,a la Santísima Virgen, alistándose en la Cofr,a– dia de la Virgen del Rosario, y1 pr.ometió rezarle todas bs días, El juez, en contra de su conciencia, iba a pronun'C'iar :sen– tencia en favor del contrario; p,ero se equivocó y1 sentenció a fav,or de la mujer. - Quiso después retractarse y, protestó que habla una ,equi– vocación; pero, por tres veces Ie fué impmiMe pronunciar otras palabras que las que antes había dicho,, !JI aquella señora quedó· con todos sus bi,enes, que eran cuantiosos. Desde entonces se consagró más y1 m~s a la devoción de la ·Macllr,e de Dtqs !:Ji d_el 11ez,o del Santo RosarLo. 4.º De S. Francisco de Sales s,e r,efier,e ,en su Vida que a la edad de dli,ecisrete años ,estaba ,estucliand:o ,en París, gozandio de ce1esti,al,es delicias ,en el trato, que' tenía con Dips en la ora– dón. Par,a probarlo más y1 unir1e .más estrechamente consigo, , permitió el Señor que el demonio _le tentas,e de cles,esperación, diciéndolie que todo cuanto hacía era perdlidio, porque, por de– c11eto de Dios, era él del número de los réprobos. Al• mismo, ttempo le dej,ó ,el Señor en grande oscuridad!, aridiez de. :es– píritu !J' mucha insensibilidad de .corazón: Se lamentaba ,el pobve joven diciendo: «¿Cómo? ¿Eternamente he de estar se– par,ado de mi Dios sin poder1e amar? ¿Siempre ·he die ,estar con los réprobos ¡ji dlemonios renegando dle mi Pad're oeiestial? ¡Oh María, duloe Madre mía! ¿Conque no tendré la d'icha die v,eros !J' amams en el delo? No lo co¡nsintáis, abogada !J.! de'– fiensora mía. Con tan tristes pensamientos yi' temor,es no dor:mía, perdió el apetito, ,el color' !:JI andaba medio muerto. Lleno de fo hizo una oonsagracLón ,especial de sí mismo a la Madre die Diosi, r,enovó el voto d'e perpetua virginidad que y 1 a tenía hecho, !:JI después de tr,einta días de lucha !JI de prueba recobró la paz y, la salud', bastante quebrantada, siendio ,en adelante el. ,enamo– rado de la Santísima ·Virgen, 111 con su pr,edicación !l' ,escritos propagó mucho su devoción... 5.º Un· j,ovien muyr tentado de m 1 uchos pensamientos de im'– pur,eza se librabl'! de ,ellos, invocando muchas '.!eoes ,el ¡nombr,e de María. Adiós, jov,en. No olvides jamás que la Vida dlel hombre es un ,p1erpet1.10 combate. ¡ Ay1 del que no luche! Caerá ,en la t~n– tación. Adiós. Ma:ndia a tu afllrnlo. en Jesús, María y1 José, P. PACIFICO

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