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- 65 contigo de misericordia par,a que mu;dies die vidla y1 vuelvas a la Congregación que neciamente abandonaste». Al siguiente d[a S•e fu 1é a la ig1esia, se confesó mluy1 arr•epentidb, volvió a la Congr,e– gación de la Virg·en y, persever,ó _dando 'buenos eje 1 mlp'1os die dle– voción Y' puntuaUdad a los actos .de la misma. Z:Miós. Manda a .tu affmo. en Jesús, María Y! Jase, P. PACIFICO CARTA XX Am1emos y ho,nr,@mo, a Marta Santísintla por. s'u üzco·nv 1 .1r(l•· ble y ad'irl'irab:l,e herm'osara, dulzura, _gra,n;d,ez,a y ma¡estad. Car[sim!o Joven: R•ecuerdia ,stemp:re que la Madre dJe Dios es también Madre nuestra, Y' p:or tanto ,debemos anrarla con .ter– nura, delicadeza, fidelidad y, Constancia, co:11110 la amaron 1os San:– tos. E:I amor, si es v_erdladero y1 die. buena lie 1 y1, no sólo exige deseos y: p,aLabr:as, sino tam!bi:én l::J' 1 principal1ment,e la semejanza de oostumbr,es. No ignoras cómo ·aman ,los buenos hijos a su mladre. Otra de las razones que de'be movierno1s a ser muy 1 -aficionados y1 devotos de María (aparte de sus heroicas virtudies Y' santidad sin igual como Madre de D]O\S!), ,es •su ,extrema y1 adimirable hermosura y, maj,e,stad. Milagro die milagros y1 pri!mor die ta in· finita sahtdur[a y1 olmnJpotencia del Dios tres veces santo, beldad y1 f,lor de la natumleza en Maria. Dijo San Agustín: «¡Oh Maria! Si te Uamlar,e -rostro de Dios, d:igna ,eres de este nombr-e». Dice ,el P. Eusebio Ntere1mberg: «Que fu,é tan grande l,a fama de. su hermosur:a y1 m:aj,es'taid que corrió entre los primeros cristianos, que de unas· provincias a otras la extendían,. y1 de p:adres a hij,o.s s,e divtilg,aba; de miado que algunos cay1eron ,en error, ·entend'iiendo que Maria era p:ersona divi'na y1 que tenJa verdadera deidad. No es así,. no es 1P'ersona divina María; pier.o es tal, ,que si no es persona divina, nadlie ,es mejor que Maria Y' nadie La ,av,entaja. A.hora en la glodal, ¿cuál será la majestad de la Riei'na die los delos?!» San Ignacio, Obispo Y', mártir, en carta q:ue se le atribuy,e, escrita a San Juan Evang,eHsta cuándo en compañia de esbe Apóstol vivia María Santísima, le d'ide ¡isí: «Date prisa ,en venir, p'orque lo creo oonv,e:niente. Muchas de nuestras 1 mujer,es des,ean ver a Maria de J,esús, y1 ca;dia diía quier,eri diejamos p:ara marchar junto a ti, a fin ae encon– trarla yr ,estr,echiar los pechos que alim'entaro:n a Nuestro Señor y1 oír ·de la m 1 isma Maria de Jesús algunos secreto(s suy:os... Los que nos traen noticias de la Ma&,e de Dios diicen que aburtd[a en todo géner? die gracias y, virtudes; que permanece alenre e:n 5