BCCCAP00000000000000000000530
- 61 - ¡Oh María!. Bendito sea ,el tiem!po que os 'he. servidio; benditas las 1pred1caciones y: fatigas que os he consagrado. ¡ Al delo, al cielo! ¡ Qué dulce es la muerte para quien ama de veras a María Santísima! . .Gran riqueza amar a María. Joven querido: así mueren los s.antos. Sé tú uno die ,ellos. Ama a la Virgen. Monseñor Dupanloup1, cuandio prep1araba los niños para la ,primera comun:ón, le, ,enca.·g1aba mucho que frécuentemmte re– zasen cada día el Avemiarta. Oerto .día· le llamaron para .c;on– fesar a una joven de V1einte años que estaba •enferma de gra- vedad. ·· Después de un saludo, le diijo: -¡Oh hija mía, qué golpe!– y ella con dulce e indecible acento ,contestó: -Padr,e mio, ¿no creéis que iré al cielo? ·-Hija mía-le dijo,-,, tengo grande ,es– peranza.-Contestó eUa: -'-Y y10 ,estoy segura. ~y ¿qué os dia esa certidumbr,e? ·-Un consejo que usted me dió cuándo hioe mi pri:mera co 1 munión. -¿Cuál es. ese con:sejo;? -Que rezase cadia día el AYem'aría !J' que la r,ezase bien. Lo he hecho así; y1 además hace cuatro años que cada día, sin faltar, he rezado el Rosario; por ,eso estoy1 segura de ir al delo. Y luego añadió con toda gravedad y 1 persuasión: -No puedo creer que habiendo dtcho durante cuatro años, cincuen– ta V1eces á1 día, a la Santísima Virg,en: Santa María, ·Mádre de Dios, ruega por. mí, pecadora, ako,11({: y en ta hora die mi muerte, que en -est,e mome¡nto que voy' a 'rn!orir. Ella no ,esté a mi lad:o. Si, .sí, lo está; estoy, segura. Ella interaed!e por mi Y' va a lle– varme al cielo. ¡ Qué dicha la mía !-Eso dijo la joven y, yió en– tonces aquel sacerdote un espectáculo que n:ada ni nadie puedle re– producir. ¿Qué vió? Una muerte celestial y 1 llena die consuelos, como mueren Los amantes de Maria. De favores divinos ,parecidas gozaron ,en su hora postrera San• Juan Evangelista, .San Bernardo, mi Padr•e San Francisco de .Asís, San A:ntonio de Padua, San Buenav,entura, Santo To– má_s de Aquino, Santa Clara de Asís, San Leonardo de Puerto Mauricio, Beato Diego de Cád'iz (capuchino), Santa Teresa de Jesús, Santo Domingo de Guzmán !J' otros muchos devotos verda– deros e imitadores ,die La Madfre die Dios. Ya lo dijo San Buenaventura: «Oídlo vosotros, todos los que anheláis ,el 'Paraíso: s,ervid, honrad a _María Y' hallaréis in'– faliblemente la vida ,eterna». ¡Oh dul~isima Madr-e mia!, y10 me . entrego com:p],etaimente a Vos. Def,endledlinie siempre y1 1le:– vadlmé al cielo. Joven queri:dio: · sé devoto verdadero de María y1 te salvarás. Adiós. Mandia a tu -~f,ectísimo en J,esús, María y1 Jos,é, P. PACIFICO
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz