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~ 56 Dice San Bernard'ino die Sena, que ;siendo la Virg,en ·R:eina del infierno, con toda razón, es .proclamada Reina de los de– monios, porque los diom:a y1 esclaviza. ,Por eso María es terrible contra las potestades infernales. Hijos míos, d!ice a todos la Madre d!e Dios: «Cuando os acometa el enemigo acudid a Mí. Invocad mi nombre, 'llamad!– llnle y1 al instante veréis el fruto d!e vuestra victoria». ¡ Oh joven!', sigue ese consejo. Como el fuego derrite la cera, ,así ·el demonio pierde sus fuerzas al oír immcar el nombre d 1 e María. Joven, ¿quieres no caer? Llam!a a María. ¡ Ojalá los cristianos se d !ier.an ~uenta d!el pqder d!el nom- · b!'e de María y: lo invocaran frecuentemente! No caerían con tanta frecuencia en p:2cado ni serían ,esclav:os de Satanás. Da pena..• Refiérese ,en 1a Vida de San Francisco de Sales, que a la ed:ad de diecisiete años ,estaba estudiando en París. Era muy, inocente y, muy an'rigo die Di,o:s y ,el Señor para probarlo y unit· le más estr,echamente consigo pem:ritió al demonio que lo ten– tase de desesperación, hacié,ndoie cr,eer que era del númeto de los réprob~s', y1 que tod!o cuanto hacía era perdido para él. Las angustias ,más, amargas, los pensamientos más tétricos y: las desolaciones torturaban con tod!a violencia el puro ,oo:ra:– zón del santo joven, robándole el sueño, perdiendo el apietito, el _color, la alegría, siendo obj,eto ,de compasión a cuantos la ~~ . Decía: ¿Con qué eternamente ,estaré pirivad!o die ver a ml Dios que es tan bueno y1 tan dligno die todo amor? ¿No tendré la 9icha de alabarle en el cielo con los áng,eles y1 santos? ¿Yo en compañía de los demonios a quienes aborrezco? ¿Yo con los réprobos? Virgen Santísima ayudadme, defendedime, mirad ,por mí. · Vos .sois Madre de bondad y, de m'isericordia, volved por mí y no me abandonéis. Si en la otra vid 1 a he de ser tan desgraciado que no ame a mi Dios, tan digno die ser amado, haced!, Señora, que mientras viva ;¡icá en la tierra le ame con todo mi corazón. Renovó sus resoluciones y propósitos ·e inmediatamente la . Virgen María le libró de aqu21la amarguísima tribulación. Re– cobró la paz de su alm:a !J' la salud quebrantada. Desde aquel día se hizo más devoto !Jl enamor.a:uo de la Reina del cielo !J' publicó por todas partes las glorias y1 misericordias de María. Vivía en un monasterto de Bavtera un canónigo regular, muy1 c;levoto de la Santísima Virg,en. Cayó ,enfermo l:l recibió todos los Sacr,amentos. · En ,aquel trance supr.emo pidió a sus Hermanos de religión que rogasen .por él y1 1e ,encomendasen ,a la Virgen. Acabando de decir •eso se vió acometido ,de los demonios y, comenzó a temblar; turbósele la vista 1J! comenzó un sudor frío que le cu– brió todo el cuerpo. Luego dijo a sus Hermanos religiosos: ¿No veis ,esta cuadrilla ae ,espantables demlo1nios que quieren lle– ~arme al infierno? Implorad' por mí •el nombre d'e l\.'\aría. E:s'– pero que Ella me dará la victoria. Comenzaron a rezar la leta– nía de la Virgeín y, ,al llega!r a la invocación: Santa Aforía, rue-