BCCCAP00000000000000000000530
52 que acostumbraba. Se hizo fuerza y, las rezó sin devoción y medio dormido. l\Jpenas comenzí6 a dormir llamaron a ,la puerta die su habi– tación con grande estruendo... ¿ Quien llamaba? Su compañero de pecado, que le dijo: «Estoy en el infierno. FU salir die aque– lla cas,a infame me acometió un demonio y1 me ahogó. .Mi cuer– po está tendido en la caHe. Igual desgracia te estaba r,eservada a tí, pero la Santísima Virgen te libró de ,esa desdicha por el corto obsequio de aquellas Av,emarías que rezaste. Da gracias ra la Virgen». Ricardo se convirtió. Se hizo religioso. Fué die misionero al Jap,ón y, allí murió imártir de Jesucristo. Adiós. .Manda a tu afectísimo en Jesús, .María y· José, P. PACIFICO CARTA XVI :Am'e.mos y lwnrem'os a la .Santísima Virgen Marta pror las grandezas que de Elta nos die.en los santos. Carístmó }oven: Por tu estimada veo tienes grandes deseos de saber lo que dijeron los santos sobre la cfel.!oción a la San'– tísima Virg·en. Deseo comiplaoerte. Es tanto y, tan hermoso Y' talll consolador lo que han sentido y1 dicho Y' escrito los santos so– bre el .amor, honra y, protección dre la .Madre de Dios y· nuestra, que me es imposibJ,e complacer plOr ,extenso tus generosos de'– seos. .Me contentaré con recordarte algunos pensamientos o dich0¡s de esos enamorados dre María, a fin de que te r,esuelvas a practi– car lo que ellos enseñaron Y' practicaron. El amor a la Santísima Virgen es una necesidad espiritual del corazón humano, siempre amargadlo y, triturado por mJles de dificultades como le salen al ·encuentro en todo momento, y, ocasión, según nos enseña la exp.eriencia de cadla ºdía. Convencidos de esa verdad:, los santos -trataron de persua– dirnos que la devoción Y' el 1 r•ecu11so a la Madre die Dios es un medio poderoso par.a remediar nuestras necesid!adíes. Por eso, sin excepción de uno so.lo , todlos nos dicen: H:madl, honradí e invo– cadi a María. Llamadla. San Agustín llama a la Santísima ·Virgen «la única espe;– ranza dre los pecadores (después d:e "Jesucristo), y1a que por sola su intercesión, esperamos alcanzar la (remisión die tod'ois nuestros peca.dios». · , San 6regorio añade: «.Mientras más sublime es su dignidad Y' su santidad es más grande, ,tanto más clemente y: compasiva es .con los pecadiores que quie11e:n •enmendlarse e imploran SJl. protección» (L., I, ep. 4.7),
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz