BCCCAP00000000000000000000530
- 35 - No es. ElltL nuestro destino eterno; pero ,en sus purísimas mal– nos está nuestra persevera.ncia final, por ser el acueducto de todas las grácias. En Ella !:l' por Ella, después de Dio~, con~ fiamos ir aL cielo. ¿Qué• más podemos desear? ¡ Oh, cuántas deudas tenemos con la Virgen! Tantos millones de wártires que derramaron su sangre por confesar a Jesucristo :son .frutos celestiales de su maternidad. Tantos religiosos y1 religiosas ,entregados a la penitencia, oración y, celo por ]a salvación de ·'las almas son frutos d'e su maternidád'. . Tantos Prelados, sacerdot<es _y1 seglares corno t~abaja:n en la Acción Católica por el bien de las almas, pueblos y1 familias son frutos de su maternidad. Tantas penitencias, oraciones, sacrificios !J buenos ejempl:os que sabemos y1 vemos ~ada día son 'frutos de su maternidad. Los muchos enfermos que vemos 111 admiramos en los hos'– pitaLes y, casas particulares, que llevan con entera resignación sus dolores, privaciones !:l trabajos, pensando en . Iesús . cho~ rre.ando sangre y, ,en su dolorosísima Pasión son frutos de su máternidad di'viña. · · Tantísimos santos como cada día entran e'il el cielo _para alabar a Dios y, gozarle eternamente son frutos de la mater!· nidad d~ la Madre die Jesús, que nos le dió para nuestro reme'– dio, consúelo y ejemplo. Bien ,podemos decir que por medio <le María nos vinieron to::los los bienes: Todos los bienes me vi.niero,n ¡uritamie.nte con Ella, y· hé' !"ecib'kio por sú m'edio innw. mlerables riquezas (Sabid., 7, 11). EL PAPA PIO X. Dijo el .santo Papa Pío X: «Nós tenemos la persuasión de que, ,en las vicisUudes .:p,olorosas die los. t~m~ pos que atravesamos, no nos quedan niás consuelos que los del cielo, Y' entre ésto,s, la poderosa pmtección de la Virg 1 en ben!– dita, que fué en todo tiémpo el auxilio de los cristianos». Amé– mas y1 honremos. a: María. Seámosle agradecidos, ya que· Ella nos dió a Jesucristo, fuente divina de todas las gracias. · Joven :amado: Desengañémionos, que la devoción a la San– tisima Virgen María es una verdadera 1r¡ecesidadl del cor_azón humano. Feliz el alma que ve ,en si .esta 'devoción y1 amor a la gran Reina de cielos y1 tierra. En las ülas tumultuosas de la vida !J .del mar revuelto, tendrá una mano cariñosa que le ,'ayude a évitar el naufoagio. Acud'atn!oi.> a Ella. · La caridad d'e la sagrada Vir,gen fué ,el fecundo manantial die donde emip1ez(ó a correr la gracia divina, ya que de sus ben~ ditas entrañas brotó la fuent,e ·de: aguas vivas Cristo Jesús. Sepamos serle agradecidos. AmemO!s y1 1tonrem100 a fa 'Madre de Dios. EJBMPLO.-San Bernardino d'e Sena, religioso fr,anciscano, desde su infancia fué muu deVíoto die ·1a Santísima Virgen María y: Ella le colmó de muchas bendiciornes y: gracias. La Virgen le concedió la gracia de que su lengua, que ~ra tard:a e impotente para hablar, adquiriese facilidad' y! dulzur,a admir-able; y1 lleg,ó a ,ser misionero !:J' predicador mu_y1 elocuente !l' persuasivo. Su de~oció(íl a María s,e comunicaba a sus b'yentes,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz