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- 17 Estando en la. ,as1onía se pr,es,entaron los demonios para lle'– var su alma al infierno. _ Al misrµo tienrp,Q! se le apar,eció la Virg,en María y1 le dijo: «Tü, hija mía, te has olvidado• ele mí; p,ero y10 no me he olv:i!~ dado de tí, m 1 eroeldi a los rosarios que en otro tiempo me reza– bas. Si quieres s,eguir. p·racticandio esta d·eVO'ción ·te devolveré la vida y las riquezas que has p,erdid!o». · Dominica se levantó perfectamente curada, se puso a .rezar el Rosario y, recobró los bienes perdidos. . · En la hora de la muert.e recibió .nuevamente la visita de la Madre de Dios. quien alabó la ficlelid!ad de Dominica y1 murió llena de. paz y, trmquilidad. Honremos cada día a nuestra Madre Inmaculada !J! experi– mentaremos siempre. su matemal cuidado y1 solicitud! en ayu– damos !J! defendernos de los p,eligros de atm'a y, cuerpo. Ese es el deseo de Jesucristo. Adiós. Man 1 dia a tu affmo. en Jesús, María !JI José, P:, PACI.FICO CARTA IV Nuestro Señor J.esucristo a1mló y, avn'a a su Santísima Madre la Virg,en Maria y dJesea que tod,os la amlen, h 1 onr,en y a .Ella acud:an. Carísimo joven: Como t2 dije ,en mi anterior, mucho se rnmplace Jesucristo; en que amemos ho;nrenws y, acuda:md'3.a 1~u Santísima Madre; y, aun en muchas ocasiones, necesidades y, aprietos quiere que a EUa acud:am:o:s inmediata:m'¡Jnte; lo cual no. es dejarle a El, ni -p,osponerle, sino servirle más y mejor; porque •es servirle 001mo El desea y1 :manda que ho:nremos a su querida Madre. M.aría, depositando ,en Ella '!!Uestra filial 'coin– .fianza. La ~sp,eranza que en la ,Virgen pr0:nemos honra a su Hijo divino. Es verdad die todos conocida. ¿Qué 'hijo no ve con agrado y1 mucha si,nrpatía el buen eré;-. :dtto y, la .estima que otros .ttenen ,de la que le dió el ser Y' car~" ñosa ,ámamantó? ¿No •sientes tú ,eso m'isimlo? ¿No lo des,eas yi agradeces? Cierto; la amó po:r ser Madrie suy1a; Y' además, la amó por su rara, ~ncumbradla y1 ,per,egrina santidad sobre. todos los co:ms angélicos. Mira Joven: la santidad en las criaturas no es otra cosa que pequeña participiaci:ón de la infinita santidadi die Dios, en cuanto ,es piosiMe a la natura1eza 'humana; y, cuanta más santi~ tJiad, perfección y1 virtudes v,e en ,ellas ,el Señor, más• se ?J,grada H se ·complace, p/o,r s~r a .El m:ás semejante; pues sabido ,es que Ja s·emejanza es causa de amlor. Jesucristo como Dios que ,e,s, 2

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