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192 ¡ Oh Reina y, Eimp,eratriz die cte'.los y tierra! Dios te salv:e, María, Uena er,es de gracia, el señor es contig10. Vos sois la criatura más santa, mát'3 am!able y, la más ama- da de Dios. Permitid, mi Madre querida¡, que os a:m[e JJI acuda a Vos el pecador más ingrato, rebelde !:J' 1miserabl,e que hay, en el mundo; pero, ya estoy, arr,ep,entidio, lloro mis culpas Y' prometo la en. miendia. Vuestro oficio ,es ser Madrie de pecadores y, Mediadora en– tre Dios !:J·. los culpables. No me digáis, Señora, que el número y1 la gravedad de mis pecados· ,es dentasiado g,rana.e !J que mi causa es difícil die ganarse; :porque y10 sé que Vos ~o,d,o lo podéis ante Dios, y1 que las causas más rfeses:peradas no se pier– den si Vos las díef.end:éis, ¿Só1o la mía se ::perderá? No lo creo. En .Vos confío. En. vuestras manos purísimas pongo la causa de mi eterna salvaoión y, confío que me salvaré. Mirad _por. m'í, Pastora Divilla. Un solo temor me aflige y. ,es el ele que por mi culp,a llegue ,a olvidarme die encomendiarlm!e a Vos. No lo, per– mitáis, Mad,re mfo; !:J' antes prefiero la 'muerte que o'!vid'arme de Jesús y de Vos Madl11e mía, des,eo amaros con toda mi alma, vida !:J', co11azón, Y' espero que Vos me ayrudlaréis. Si me fuera posible, Madre mía, quisiera preclicar vuestras grandezas Y' daros a conocer a todos los hombr,es1, a fin d'e que todos os honren, :amen y· acudían a .Vos; Y' si fuera menester dlar mi vida por defender vuestros privilegios y, bondad-e~, ;0,s la ofrezco. ¡ Oh Virgen bend:nísima ,e. Irrrmiaculadia. Mad¡,e mía! Pos– tr.ado ante vuestro trono con tocia mi familia os elijo por Ma" dr,e, amparo y, clef•ensora .nuestra dlelante de Dios. Ad!mitidnos en el número dé vuestros sien.nos, ayiudladlnos .en .los azares di~ la vidia !:!' mucho más en la hora die nuestra muerte. Bendecidnos a todos !:!' no permitáis que alguno die nuestra fa:milia caig1a en ip,ecado mortal y of,end 1 a a vuestro santísimo Hijo, que murió en la cruz por sarllíamos. , ¡ Oh consuelo die los afligidios ! Def.encledlnos 0n las tenta– ciones; aconsejadnos ,en las dudas; libradinos de los peligros; socorrednos ,en tod!as las necesidades de alma y, cuerpo; con.so. ladinos en las aflicciones; asistid!nos en las enfermedades, so– bre todo ,en las angustia, die la muerte venid en nuestro auxilio~ ¡ Oh Sa,.1ta Madre de Dios! Quedamos todos consagrados a vuestro servic¡o. Jamás nos ,abandonéis. Hendlecidnos siempre, para que algún día nos veamos ,en ,el cielo. Así sea. ¡Oh María! Madre mía, ¡ Oh consuelo del mortal! Amparadme y, guiadme A la Patria ce!,estial.