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188 Soió S,an José. ¿No exige es,e di!Vino !J propio empleo unas ex– cepcionales virtudes de prudencia, delicadeza, fortaieza, san– tidad' !:l amor divino qu,2 ray1e en lo supr,enuo que puede alcanz,ar la pura criatura? No puede haber duda razonada. San José y solo San José, con prefer~cia a los más santos !:l' distinguidos personajes d'el antig:uo !:l nuevo testamento, fué constituído por Dios en la üerra Coadjutor !J' Gooperador fidelí– simo del gran Consejo; esto ,es, clíe la Ernca11nación d'el Verbo divino, dijo San Bernardo. Y San Bemardtno de Sena alaba, •encomia !J'. engrandece mucho la dignidad d'e San José por haber sido escogido por el Eterno p,ara guarda, d'efonsor y, amparo. die sus principales tesoros Jesús !:) ,María. San Anselmo •exp·resa ,el mismo pensamiento cuando dice: «Así como fué conveniente que la Virgen María tuviera tanta pureza, que no se pudiera hallar otra mejor dlebajo de Dios, así también importó. grandemente que San José gozara de tanta excekncia que no hubiera otra más seírnfej,a:n'be a la de María». Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padr,e, .el Verbo y, él 'Espíritu Santo, 1dice San Juan; !J' tr,es son los que dan testimonio en la tierra: Jesús, .M:a'ría !:l' José;. !J' los tres son una sola a 1 ma, un solo c:ora21ó,n¿, dice el P. Mora1es. Una prueba sin réplica die la Elncarnactó.n dlebemo.s todos a San José. San José, oon sµ autorid¡(jf e int,egridard elle vida, aprobó !:JI confirmó a todios los siglos el misterio d'e la E:ncarnación die! Verbo divinó ,en el seno purisimlo !Ji virginal die su esposa María, cuando el Ang,el., ,en nombr.2 de Dio,::\, disipó sus dludas y, temores asegurándole que había conciebiclo por Virtud dlivin'a !:J' no ñuma– na. Esa misma es la fe divina, firme y, c01ns1ta:nte que tiene !:J' en– seña la Santa Igiesia Católica. Dichosas y1 benrd'itas dud'as que nos merecieron ~l testimon'io, mayor ele toda ,exoepdó:n !J' d!igno die toda nuestra fe 111 estima. San José al escuchar al Ang,el, cesó, inmediatamente en ·sus dudas, conoctó el profund~simo mist,erio, dió gracias a Dios, y1 desde aquel ,insbante reconoció que su purísima y1 virglnal es– posa María era verd'adiera Madr,e de Dios, y1 en adelante se es– meró más ,en r,eVíer,enciarla y atencle"rla. Joven amadlo: Si honramos a la Virg,en colmo Reina die Jos Angeies !:l' Santos, ,¿por qué ,:no hemos de honr,ar a San José como el más santo de tod'os los santos? Si María es la Corredentora del género humano ¿no es justo que demos a Sian José el título die inm1ed1ato Coqp,eradiorr .a la Redención? La sangre que Jesucristo derramó, en su Sagradia .Pasión se conservó oon ,el alimento que San José proporci¡0,nó a 'la familia nazarena, que fué ,el sudor die su frente, ' Por fin, San José fué .constituíct:o por el El!Je11no Jefe, De– fensor, Amparo !:J! Cabeza die •la Sagradla F,aimilia !:J' .pertenecí.a con todo derecho ,a la familia del Hombre-Dios !:JI el lUtísím:o no erró en su ,eiecció:n. Mucho oontribuyró San José ·a la redención die todio el g·é– nero humano sirviendo, ayudando, dref.endiendo !:l' procuranrdlo el

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