BCCCAP00000000000000000000530

- 181 - ni puedle ser la díe. Dios, qu2 ,es infinita¡ pero es la más .¡:>ár,edd:a a la del .Hombre-Dios, nuestro .Señor Jesucristo. María es ,el más acaba dio mo.delo del .hom'br,e. nuevo. E!n Ell:a se derramó a torrnntes la plenitud de la gr:acia divi– na, la infusró:n ciie tod!os los dones del Elspírltu Santo: El don de sabiduría, de Ci,encia, de intel,g,enciia, die consejo, de piedad y de temor de Dios. Ellla reunió en sí 1a p1enitudi de todas las gra– das y1 de todias las ,,virtudes, y, por •encima de todo, la excelsa e incomparable d'ignid'ad d~ s,er Ma,dre de Dios. ¡ Qué grandiosi. dad! ¡Oh María! ¡Oh Maq¡:ie de Dios! Cosas glortosa1s se ,han dicho de tí. Grandes cosas. fuemn decnetada:s ,en los consejos de 1a Beatísima Trinidad, resueltas y, ,ejecutadas ,en tí desdie la eterni– dad!. ¿Qué más? «Un, gran prodigio ap:ar.eció, en el cielo: una mu¡,er vestida d'Je sol, con i,a luna ba¡,o sus p1ies y1 sobre su cab'e– za una diadJem,a de doc.e éstrellas». (Apoc. 12, 1). Esa es. Maria, Reina die crelos y, 'tkrr.a, Madr,e de Dios. E:l Omnipote,nte nealizó ,en E11a grnn,dies oosas; por eso supera en gracia y, ,en saJiiftidad a todos los nueve col.'os de los Ang,eles y a todos lo:s santos d'e la gloria, Después de Dios y1 d:e. Jesucristo no existe ni puede ,existir otra cri,atura má:s bella ni má1s santa que María Santísima, porque sólo Eilla es Madre de Dios. Sobre los montes :sa:nbos puso d Señor· sus fund!amen11o,s. Yo soy 1 la Madre die! Amor herm!oso, diel temor, de la santa esper,anz,a, nos dioe Maria. V,e:ni:dl ibodos a mi, no tem'áis. , ¡ Oh, qué consuelo tan srngular para nosotms pecadores!. La Inmaculada Virgen .María, la Pura, la Hena die todlas las gracias y1 Virtudes, nos perteneoe, ,es pi,-opiedadl nuestra, es nu,e,stra dulce Madlr,e. E:Ua recibió ,esos. tesoros dlivino1s e intnen:sios para ser Madr,e die Dios Y'· Ma:dlre de sus hijos los piecadores. ¡ Oh María!. Toda ·hermosa ,er,es. Uena eres die gracia, d Se- ñor es contigo. · · Joven .,amado: Demos gradas a Dios por ta:nta abund!a:ricia como conoed'tó a la Virgen Marí1a;. y, a Ella, oo:n toda nuestra alma, felicitémosla, dlé 1mosle ,el p,arabién por su Lrrmcnsa dicha, qile r,edundla tod!a ella ,en p,rovrecho nuest110; y,a que fué escogi'da para Madlr,e die! divino Mesías rp:r,om/efüidld y: de todos necesitado yl ,esp'eracfo. ¿Qué sería del mundo si no hubtera v:enidlo Jesucristo,? Vivi– ría envuelto en 1as tinieblas die la gentiUd'adl -y1 acabaría en el infi:erno. · ' . · . Bien merece que lo p,ens,0m101s y, que :no 1,o ech0m!os én olvi– do culpable. Por María vino J,esú:s a r,e:dlimirnos. Pensa!rlo Men. Ahoria, jo1,nen, me ocurre un pensamiento: ¿ Cuánto g1 qué grandes sería:n los méritos que g1anó la Santrs~m:a Vir,glen? Cuán– ta gloria tendlrá en d ci,elo?. Méritos :(J)e fa. S,a~t'ís¡ma Virgen Ml"Af!&'a Y' '9tlf gloria en el cielo. La m1ay1or o menor gloria que ti,enen en ,el, cielo los sanfos está ·en p,ropordón die los méritos que hideMn ,en este mundlq,; por sus buenas ob1:1as. Quien ganó cincuenta m~ritos tendrá dn– cuenta premios o grados de. g'1oria eterna. Qmen g1a~6 s,etcmta mil, quinientos mrmo:nes o noventa 1 mU mi~lonie~ d!e m1l10:rnes ~!e méritos, tendlrá otros tantos gr.adlos die gloria,. de gloce y1 de frm- .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz