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- 155 - señal característica die un alma ·grande. La fuerza g1anó muchas victori,as; pero la paciencia ganó, !Ji 1cad!a día g'iJ.111a muc.r..!ls más; porque el hombr,e que domina su co,r,a2lÓ!n !J' su carácter, es 1111á1s fuerte que ,el conquistador de Teinos !J! n1aci<o!l1es,. . Amadi-simo joven: SiindJo ,este muncl!o como un campo die batalla dJonct1e todos debernos combatir, necesitamos mucho la gra 0 rcia !J! aym:la die! Señor, que debernos p,edlj_r en la oraciónn humil– dle, fervorosa y, constante. También necesitamos ' buenos -ej0rnplos que. imitar y1, gracias al Señor, los tenernos en Dios, en Jesuortsto !J' e1n lo:s santo\s, !J' -de una manera muy1 particular, sLngular y, sobr,esaUente en la heróica e invicta paciencia de la $an\íslma Virgen Ma,ría y su fortakza sin igual. El Señor nos dtó a María Santísima comlo 'modelo die tod:as las virtudes, pero especialmente idJe la santa virtucJI die la paciencia y1 fortaleza ,en los trabajos u co:ntradiciones. Nuestro Señ.or Jesucristo, corno dice el Profeta Isaías, fué «a:espr,ecJado y, el dlesh,echo ae los hombres, varón de dolores Y' que sabe lo que es padecer.. :» (Isaías, 53, 3), Y' nadie duda ni puede dudar, ';!Ue Bl es Re¡j, die los .Mártir:es y1 su Sanitísima .Madre R,eina de los M.ártines, como lo confesamos cuando etn su Letanía ,decimos: Regina Martyram\ Reina dre los Mártir,es Toda la vida d'e la Virgen M.aria fué éalvario como la die su divino· Hijo Jesús; só,lo que. los treinta años que precedieron a la muerte de su santísimo Hi.jo, fueron oornio una lenta subida al Gólgota. Jesucristo es ,el p,erfecto R,epar,adior de la culpa Y' M.aría la Corredentora. · ·Toda l.a razón d!e la. existencia de. la Santísima Virgm es la Redendón. EUa aparece ind'isolub1emente unidla al Hijo die Dios .en la primera ,página del Génesis '!JI en todas las Pro– fecías. 'élel Mesías prometido, donde -describen por m~nud'o los trabajos !J' penas del futuro ·R,edientor. · Po.r eso rnis'J.1110, .La Virg-en se nos p:r,esenta .siemipre corno modelo de ipacjencta !J! de fortakza ,en todio el curso. de su san– tísima vida. Veámoslo en la historia. 1.º N:iña aún en el colegio diel templo, dice la Venerable Madlre Agreda, tuvo mucho que sufrir die las dem'ás jóvenes colegialas. Primero la estimaban mucho !Ji teníl'l!n .de Billa muy alto conoepto. Eil ·demonio, vicendio ,en E,lla tl'!nta modestia, 'hu– rnildlad', .ohediencia, meato, ipadencia · y1 •oaridfad, ,comenzó a sospechar si sería Blla ·1a escogida para .Mad!re dlel Mesías. pro- metido y1 para aplastarle la cabeza. , . En ,esas sus sospechas !:l 'dudlas, inspiró a las otra:s dionce– Has celos~ sos¡p,echas y1 envidias. que le dieron mucho que su:- lfrir ,a la niña Maria. · · Ella siempre muy1 sonriente, 11ena de bo1ndiadJ, humildad!, obediencia y1 óartct:adi, sufría sin a11Jerari31e ~, como que no pasaba nadia; ,y1 aún se esmeraba • 1 e:n servirlas ,e;n tod!o lo que po,dlía, con todo agr.adfo. y1 dleferencia.
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