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- 153 Verle clavado de pies yi manos Y' pendiente en la cruz; sin poder darle alivio. Ni habria consuelo, para Billa al l.'erle tr,aspasado por la lanza y¡ 1 cua.nd !o le tµvo muerto en sus brazos todo descoyuntado, Y' cubierto die llagas. E:n concreto, joven; niña aúnJ ,en un acto del más ,encen– dido amor, hizo María Santísima donacióin real !JI Mtnlpleta die sí ínisma al Señor. Se ofreció¡ y1 oons'ag<r:ó a· DioíS, .aceptando la cruz y1 ofreciendo ,el árbol con tod'os sus fr.utos, a imitación d'e Jesucristo su c!Mno Hijo. Joven querido: Sé dlevoto de la.Virgen dle los Doto.res. Reza cada día su .santo Rosario y tres A:v,emarías al levantarte Y' acos– tarte y, .no te arrepentirás jamás. BJEMPLO.-En las Rev,elaciones de Santa Brí,gid'a s,e ,re– fiere. que un caballero cl!e familia :noble hizo pactó, expreso con el demonio )Ji durante s,es,enta años se ,entregó a toda clase de dieshonestidadfes y1 ,excesos increiMe:s. Eiste desgraciado cay1ó grav,emente enfermo y Jesucris~o dijo a Santa Brígidia que dijese a su confosor que fuese ra confesarlo. Fué el confesor y1 1e d'ij,o :el ,enfermo que no, tenia necesidad! de conf,esarse. Volvió segunldia vez y, lo mismo. Fué tercera v,ez y1 }e dijo: Jesucristo es quien me envía ·para con– fesaros... Esas palabras ,entiern,ecier,on al pobr,e enfermo y1 que empezó a llor,ar diciendo: P,ero,. ¿hay1 perdón p:ara m'Í que (!1u– rante sesenta años he sido esclavo die Satan\ás y, he manchado y1 profanado mi alma con tocia clase die· inm.tmerables culpas? Ten confianza, arr.epiéntek die vera:s y1 Jesús ·te perdona, le dijo el confosor. Pad!r,e, y1a me daba 'Y'° por oondenadio y1 des,espreraba d!e iui salvacLón. Quiero conf.esarmie. ·Se confosó 110,randlo, co·– mulgó sereno, alcanzó la paz para su conciencta y1 lueg:o murió tranquilo y: lleno ,dJe consue1o. · Jesucristo d!ijo a S¡:inta Brígictia que se había salvad'o aquel pecador por la intercesión die su Santísima Jll\adre, porque en medio d!e sus muchos y, grandes díesó,rdlenes, conservó sj,e'mpre cíevodón a sus Dolor,es., y 1 oad!a vez que pensába en ellos s,e compadecía die Ella. ¡ Oh, qué ag11ad!ecid 1 a ,es la Madre die Dios! füen se conoce que ,es Madre nuestra. Con poco s,e contenta. ¿Quién 110 aruai·á a tan dulce Mad'r,e? Tú y 1 '!J,o seámosl,e muy' devotos. Imite'111lo:s sus virtudles. AdLós. Mandia a tu affmo. en Jesús, María y: José, P. PACIFICO