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- 147 demás atributos y, perí,ecciones infinitas d~ Dios? ¡ Có 1 mo le adoraría! ¡ Cómo se humillaría y1 abis 1 m:aría en su divina pre– sencia! ¡ Con toda su voluntad r,esolv,ería serle en todlo rendida y1 obedi,ente ! Por otra parte, conocía E!lla perf.ecfamente su nadla, su ab– soluta clependiencia diel Señor, ·como pura criatura; las inmen– sas e increíbles gracias con que Dios había enriquecido su alma... y, die ,es,e humilde y verdadero oooocjlm'iento de sí misma, die su, absoluta d:ependiencia die Dios, .nacía aquella humildad profundísima, ,aquel r,end 1 mi@fo, .cle su ,eintenrcfüm!iento y1 volun– tad al querer del Señor, aqµella obediencia ciega !JI sin réplica a la voluntad del Altisimo ,en cualquier formla o m'odo con que se Le dedaras,e. Decía la Virgen: ¿Dios Io qui,ei,e así? ¿Es voluntad! diel Señor? No hay1 más quz tdies,e~r 91 pedir. Hágase su santísima voluntad en La tterra lo mis'mo que s,e b'a 1 oe en el delOI. · Tampién fué más perf,ecta la obedli,encia d~ María Santi• sima que La de toclo:s los demás· sant01s, porque eUos .se sentian inclinados al mal y, exp,erimetLtaban 1 mlás dificultadi yr trabajo en obrar ,el bien, a causa ele! diesordien causado por el pecad'o d'e Adán. La Virgen Maria, ,ex,enta dlel pecado original, .nunca ,ex– p,erimentó ,en sí ,estorbo alguno para ohediecer a Dios, como dice San Bernard'rho die Sena; por ,el contrario, su voluntad: se movía rápiclamente al 'menor soplo die las mspiracio:nes del Bs– piritu Santo. Su iclea prtncip:al y1 su ocupación favorita fué siempr,e hacer en {odío g, por todo la voluntad idie Dios; de modb que bi-en pudo decir J,esucristo: «Qúia ego, qaae p:lacita s,urd ei, facio sem:plet:». (S. Juan, 8, 29). «Porqtve y'o hago siem1p1r,e to que _es d,e su agrariJoH». «Mi comida es hacer la voluntad del que me ha envi:,ariJo, y riJar · cumplMie:n'to a su' obra,». (S.. Juain', 4, 5/J:)4 Todos los hecho1s die 1a vida de la Santisima Virg,en ·Maria prueban que su obediencia al Señor fué siemp,re ,exacta, llena y, perfocta 91 muchas veces henóica g, 1 d!e 'tri'u'dho sacrificio para su amante corazón. · 1.º A los tres año;s g 1 a hizo un gran sacrificio ele obe'– diencia, diespid [éndio.se die sus querid:01s p:a:cfre, 91 dfe la cas.a p:a'– tel'na, ocultándose volt.rn1miamen'te en ,el tem 1 plo die Jerusalén, por seguir· el \impulso con que Dios la llamaba . a entreg,ars·e 'toda: .a Bl; g· también para cumplir la ,prolmesa· die sus padlres, die que J,a habia1 de cons.aqrar a1 Señor en su tierna edia& · ¡ Con qué a1iliclad subió las quince grad:as Hena die incom'· parable forvor · 111 alegria santa, llenan'dio die adimiración a los Sacerdotes que la r,ecibieron 91 llevaron al co,Legio d~ las die- más d'o:ncellas vírg,enesI · · Bste sacrificio die la Niñ.a Maria fué die un v:alor !J' mérito mucho mayor que ,el de tod:as las víctim 1as inmoladas a Dios hasta aquella hora 111 aún die las que s,e hablan die ofr.eaer · a:! Señor hasta ,el fin die! munctro, ,excepto la infinita v!ctim:a del Calvario; Cristo Jesú~. ¡ Cuánta ,es l'l obediencia die María! 2.º En completa pooesVi:n die su r,et¡ro en ,el t0m:p10, sin– tiendo Maria la inspiración die Dios luego se consagtró p'or ,en-

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