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144 Poco después, cuando el Arcáng,el San Gabriel le saludó re 7 ver,ente Y! de p:arte d'e Dio¡s le propuso si Blla quería ser Madr,e de su divino Hijo, que veniía ,a r,edfimir el munidio y, a reconciliar– le con el Señor, lo primero que le contestó fué que no pio,d~a aceptar su propuesta, porque ,estaba a Dios consagrada con voto perpretuo de virgillid!ad'; qué 11enuncia tan alta dicha !J! d:igniélad de Madre de Dios P'Or cons,ervar su virginal pureza. Insiste ,el Angel en su P'ropues/ta y, le dice: María, no temas, porque para Dios no hay, cosa im'posible 'Y sin dejar de ser virgen puedes ser Madre de Dios, porque: «El Espíritu Santo d!,esceml!e– "á sobre tí, y la vidud .d!el Altísimo te cubrir,á con s,u sombra (o fecundará)». (S. Luc. ,1, 35). Como lo que ,en todo piret,endía 1a Virgen era ag,radiar al Se– ñor, inmedi,atament,e 1:1espondió al Angel: «Bcce ancilla Dom'ini, fíat mihi secunrtum verbum' tuum'». (S. Luc. 1, 28). «He aquí la esclava, del Señor, hágase en mí según tu palabra». Y luego ,el ,Eispíritu Santo, que tod/o lo sabe y 1 lo pued'e, sin concurso de varón, d;e la sangre purísima de la Vir,gien María y en su seno virginal, formó ,el cuerpo del Niño Jesú:s, creó un alma de la nada, y ,en ,el mismo j!nstante, en el seno de María, el Ver– bo divino untó a sí aquel cuierpio y, aquella ',alma Y' qued'ó hecha la Encarnación. ¡Ah! ¡.qué influencia más benéfica hubo en el mundo del amor de María Santísima a la vur,eza y, virginidad!. Cuá1nto ayu- da el buen ejemplo. · Hace y1a veinte siglos que la Virglen María nos dió tan alfas ejiemplos de puveza, que su ejemiplo ha arrastradlo en pos de sí a muchos millones de almas,, die jóv,en!es y1 do:ncel1as, que han con- sagr,ado a Jesucristo, su vir,g'inidlad... • Llenas están las provincias y1 r,einos cristianos de conventos, con rigurosa clausura, donde se r,ecog:en: 11 se consag1ran y 1 ocultan las vírgenes del Señor. ¡ Que atmósfera más :pura se r,espira en ellos!. Lo sé ,por ,experiencia. Aún hay, más, E:n meclio del 'mundo, ·,en ,el seno ·de las fami– lias y, en l:a casa paterna, co:n vestido seg]atr, hay, también ahora n:¡ismo, muchas doncellas consagradas ,p,articularmé:nte al Divino Esposo de las Vírgenes, aun que el mundo lo ignora y 1 desconoce Bien lo sabe el divino Jesús que las consuela. ¿ Cual será la causa?. Es verdadera vocación cJlivin'a y1 dleben obedecer las almas así llamadas del a'mantísimo Jesucristo, E!spo. so de las vírgenes, d'onde quie:ra que est~n. Razones.-1.ª Dios llam1 a :cada :UinlO' a 1su vooaci1ón !J' es neoe• sario ciegamente obe'decer. Ese estado de celibato ,es v,erda– dero Hamami,ento d'el Señor' a vjd,a 'más espiritual. 2.ª Eil estadio die virginid/adl es el más excelente y1 perfecto, por ser la virginidlad una como imitación del estado Ang'élico. Las p,ersonas vírg,enes tienien en la carne algio que no es carne; algo que más bien ,es dlel Ainglel que ctrel hombre, como dioe San Agustín. . · 3.ª La virginid!ad es un p1erfecto sacrificio y1 holocausto, .donde se consume toda la víctim1a. La virginid'adi consagta el 'cuerpo y1 1 el alma, sin nada r,es,ervarse. Bl cora;,;ón die las vírgenes pertenece enteramente ,a Dios Y' su am!or no está divididlo;