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141 - Señor.a oculta muchos años en su casita dle Nazaret ,es .una maravilla de la divina gr.acta, la verd!arJiera .Madir•e die Dios? ¿(:uál es la causa die tanto silencio? Es que la verd:ad!era humil– dad se ocult'a y, se defiende en el r,etiro. Más tarclle, su cllivino Hijo Jesucristo sale 'a pr-ed!icar su Evangelio; nena ,el mundo -c]le milagros, curnndlo toda clas,e de enfermed:ad(>s, multiplicando los P'an,es, resucitan•dio los muertos, lanzando los demonio y, por dlo ,es aplaudlidb. aclamado ):1 de todíos vitor,eadio... · La Sntísima Virgen le s•egiuía muy1 frecuentemente en sus predicaciones con ,el dfeseo d!e aten:dierle y1 de aiprov-ec'barse de sus enseñanzas; ,p,ero. rarísima Viez se la menciona en el Santo Evangelio. Allí no parecía ,el .nombr,e -de la Madre die Aquel Santo Milagrero, de aquel d'ivino ,Mistonero. ¿No ,ap.ar ,ecerá ,en alguna ,escena de la vida <:11e su Hijo? Sí, cuando hay1a . para Blla dolor, sufrimiento !J' humi11adón, ·que será ,en 1a caUe de la Ama:rgura !Jt ,en ,el Monte Calvario. E,sa . es la verdadera vidla die la profundísima humildad pe la Ma– dire de Dios y, así sucedJLó ,en to:c1io lo restante d!e su v'ida des- pués de la muerte de su 'Santísimo Hijo. . Después die la v,enid'a del Eisµiritu Santo E !la ,era l_a Direc'- . tora Y' Consej,era ,die los Apósúo:1es en 1a pireéi'icación élel. Bvan·· gelio !J' fundación d:e las ig'1,esias por tod/01 -el mu111d'o, Y' todlo quedaba oculto ,en ,el may1or si1enc~o. Los milagros que BUa obriá,; 1os consejos y, alientos que da– ba; las lágrimas que enjugó,; las limosnas que repartió; sus conversaci9ne~ 'Henas die caridiadi, de .iCelo !JI tod'as c 1 ele.sti.aks¡, quedaron sepultadas ,en ..el olvido; ¡Ah! ¡ Cuánta fué la humildad d'e la Madr,e die Dios! ¡ Cuán– to aprecia la .Virgen a las almas. v,erdJadieramente hu,mildes ! EJEMPLO.-Refier,e el P. Ni-eremberg que el P. Martín Albero, S. J.,, ,,p,or amor a la Santísima Virgen María, solía barrer la cas,a .!JI recoger la basura. 'Apar,eciósele 'Cierto 'día la Madre de Dios 1:11, como diándlole las gracias,,, le dijo: «Hijo mío; ¡ cuánto. me agradas con ,ej,ercita-rtte, pOll' amor mío, en esta acción tan humilde». Adiós, joven; tú y1 yo pidamos cadJa dlía a, la Virgen María que nos conceda su santo amlo/r y1 JITO.S alcance la virtud die la humildad, sin 1a cual no podemos agrad!ar 'a Dios y1 salvarnos'. Manda a tu affmo. en Jesús, María !J' José, · P. PACIFICO

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