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1ó CARTA Dws se complace en que amemos a la Santislma Virgen María. Carísimo jüven: En mi poder tu atenta y estimada y a ella contesto. Me dices: Quiero ser devoto de ta Santísima Virgen María y le ruego me ayadie a conseguirlo.· Muy bien. Buena señal. Deseo complacerte; y, para llevarlo a f,eliz término,. en le que d'e mí dependa, empiezo nuestra correspondencia Y' oo!llfío en Dios, que algo te ayud;ará. Fíjate en lo que te diré. A:nto, todo y, sobre todo, lo primero que el cristiano debe procurar con entero y, v,erdadero interés, ~s amair a Dios sobre todas las cosas, procurar no ofenderle y complacerle en todo, cumpliendo fielmente su divina voluntad; y1a que para eso nos creó y estarnos en este mundo, y será también nuestra eterna ocupación en el cielo si tenemos la incomparable dicha de salv:amos. Además, una de las cosas que muy, mucho, agrada y complace al Señor, es que también amemos, honremos y· jlcudamos a su Santísima Madre la Virgen ,.María. ¡ Oh! ¡ Cuán/– to desea y, agr,aa,ece Dios el amor, la confianza y el culta que d'amO!s a la famacul,ada Virgen María, Reina de los delos y! tierra! Bien lo merece esa Virg1en gloriosa, millones die veces bendita y llena d'de oelestiales gracias, dones !:I' grandezas. ¿Quién podrá debidamente aclamarla, ensalzarla g bende– cir:a? Ni toar1. la c:orte celestial. La veneración, la honra y1 los obsequios que se hacen a una persona deben sierrrp,re corresporrder a su dignidad y1 gr.an :– deza, camio lo exige la 1nás estricta justicia. Según eso, ¿cuál debe ser el aprecio·, la honra, el amor, los obsequios y1 el culto que debemos tributar a María Santí~ sima, Madre de Diüis y1 nuestra? Todio cuanto podamos desear, decir Y' haoer en su honor es inferior .a su alteza Y' elevación: pior ser Ella 1a criatura más santa y: más perfecta que salió die las manos del Creador, la pred'estinada para ser Madre de Jesús y1 dividir la humanidad en dios épocas y1 generaciones. Ell,a, es el árbol de la vida que nos d'ió al divino Redentor, Cristo Jesús, camino, veráad Y' vida. L,a pura criatura m'ás .amada y1 privilegiada Y' venerada del mismo Dios; pues como muy1 bien dice mi seráfico doctor San Buenaventura: «Dios pudio· criar un sol (más resplandeci,ente; un cielo más 'he!'moso,; un mundo más dilatado; un mar más rico; pero que en la liriea de Madre la omnipotencia había hecho el último -esfuer:w». Por esa razón, con todia verdad .Y' justicia, la poesía con– sagra a la Virgen María sus más suaves cánticos; la música sus más delicadas inspiraciones y1 adelant01s; Y' toda la crisí– tiandad sus más solemnes cultos y1 am'ores.

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