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128 2.a Amó a Dios porque? es infinitamente amahl,e y1 ama,: hilísimo Las cosas buenas natura!mente llevan, cautivan y, arrastran nuestro corazón ,en pos de sí; y1 cucllnto más buenas son Y' más se conocen más se aman. Como Dios ,es rnfinitamente perfecto en su sabiduría, omnipotencia, bondad, hermosura, misericordia y en todos sus divinos atributos yr la Santísima Virgien le cbnor• c;ía mucho por haberle tratado ,en la contemplación y1 aún por haberle visto en el cie101, (si ,es verdad 1o que dice la Venerable Madre Agreda, que la Virgen fue llevada al cj,elo en· repétidias ocasiones)... ¿qué idea tendrá de la grandeza, hermosura g santidad de nuestro amabilísimo Dios? ¿Cómo le amaría? '3.a Amó a Dios para agradeoer lro,s beneficios que del Señor recibió. No ignoraba la Santísima Virgen las muchísimas _y1 extraori– dinarias gracias que de Dios había recibida: desde los primeros momentos de su inmaculada vida ¡J más tarde, escogiéndola para Madise suy1a; y esos beneficio,s sin cuento ,eran para Ella- carba:: nes muy, encendidos que abrasaban su amante corazón en el amor de· D1os. La Reina del cielo . 1 µ0, fué ,escasa, ni remisa, ni ingrata a J.as bondades del Señor, como lo son multitud die cristianos, que, no sóLo son desagradecidos sino que pag 1 aJn con of.ensas a Dios~ Creador y ,R,edento.r. 4.a Amó .a 1Dios la Virgen para cumplir la obligación de haoersa ~anta. Para eso nos creó a ,todos el Señor_ y 1 El nos dice: «Yo soy el Señor Días vuestro; sed santos vosotros, pues que Y'º soy santo». (Levit., 11, 44) «Seréis ·santos piara mí; por. que santo soy yo el Señor». (Levit, 20, 26) Y ,el apóstol San Pa:· blo.dioe: «Así como .El mism'o tz,os escogió antes de la creació_,tz del mundo, 1 para ser santos y siJn mianch(l en su presencia, por la caridad». . (Efes., 1, 4). Y en el Apocaiipsis nos dice Dios: «El iusto justi/íqaes,e m 1 ás Y' m'ás,1 y el san.~o m'.ás _y más .se san" tifique». (Apoc., 22, 11). La Santísima Virgen aunque nació santa y llena de todas las gracias, cuidió diesct:e sus primeros s:1ños díe ·dia~s,e a Dios, bus. cándole ,en el templo, donde .a: Señor s,e consagró; entregáncfos,e a la oración, a la lectma de la Escritura divina, a la mo,rtiff– cación y1 .pen'itiencia, a la prácncra de la humildad', obediencia, y caridad y las demás virtudes cristianas; prácticas hoy 1 muy' olvidadas del pueblo, cristiano, y1 aún d'e muchos que haoen profesión de perfección. 5.a Amó a Dios con el único. deseo de com1p:lacerle. Lo más grande, lo más hermoso, lo 'más p,erfecto !:!' heróioo es que ,la criatura procure en todo y1 con toda su alma, vida y, corazón complacer a Dios u 'agra·ct:arle ,elJ! todo, por todo y so1- bre todo. Eisa fué 1o que nos enseñó Jesucristo con ;;u doctrina y, ejemplos. 1.º «Porque yo hago siem'p'.re lo que es de su ag'rado». (S. Juan, 8, 29). . . 2.º «Paes he descendido et.et ' cielo, no piara hacer mi volunt– tad, sino ta volun'iart de aquel que me ha en'vialcM». (S. .Juaill, 6,58).