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111 Dijo el Papa Pío XI: «Pueblos enteros están •en peligro de caer de nuevo en una barbarie p:eor que aquella en que aún y1acía la mayor parte del mundo al apar,ecer ,el Redentor». (E:ncícl. sos bre el Comun. !n. º2). , ¡ Causa hormr ¡j1 espanto el v:er ta'n som'brío !:l' Ueno de denl– sos nubarrones ,el porvenir actual!. Barta tener ojos para verlo y1 corazón _para sentirlo. Y 1no me alargo más ,en ponderar lo que todos, todos, todlos senti'm:os y tememos. Dios tenga compasión ·de la humanidad entera. ·EL REMEDIO.-Joven amigo: AJ vernos en el extremo de tantos males como nos, amenazan, no debemos n'i podemos cru– zarnos de brazos, como hacen muchos, sino adelantarnos a busi– :car y, poner remedio,. La razón y, la fe nos aconsejan jJI exigen: dos cosas. Una es natural, la otra sobrenatural.• De la preparación y, ayuda naforal s,e cuidan con toda dili– gencia, valor y, esfuerzo, nuestras dignas autoridades civiles !JI militares. De la aguda sobrenatural debemos ocuparnos todos, sin ex– cepciói:t de uno solo. ¿Cuál es esa ay1uda?I. Bnmendar \a vida, hacer penitencia y1 oración, cotrto lo pidió la Santísima Virgen de Fátima. · Todos sabemos que los pecados ofendlen a Dios y1 provocan su justicia; como sucedió en ti,emno del diluvio univ:ersal, die los Ninivitas, de las diez plagas de Egipto, d'el censo die Davidf, die la destrucción de J,erusalén... ¡ Oh, amado joven! ¡ Cuántos p·ecados se cometen ca~da d'ia ! ¡ Cuánto, cuánto se ,escanda 1 iza ,en la. calle, en el pas,eo, en: la:s . plauas, cines, teatros, casinos, centros ·ere reunj,ón !JI de tertulia.\.! ¡ Cuanto se blasfema, se odia !JI se roba... ! ¡ Cu:'intas deshori.estidades 'públicas o s'ecrntas... ! . ¡ Cuánfa iJn_ diferencia !J culpabl,e descuido en la práctica c!Je la Reliqión(.,.. ! ¡ Cuántas mi~as perdida-; en ·'días .f,estivo,,, y1 cuántas ifestas pro~ fanadas... ! ¿ Rem 1 edio? Convertirse, enmendarse y1 d'ar buen ej.eíml~ pJo... ¿ Remedio? Penitenc¡a. El arr.enení:imfo:nto v,erdadero y1 la peni.tenria s11spenrll6 el ca,;ttqo de los Ninivitas.!} de otros. 'La peniknci,a fué sj,empre aqrad'abl,e a Dio\sf 11 11 lie aplacó. ¿Remedio?. La oración .. La oración desarm1a la justicia ,ddvi'- na U' 'nos alcanza misericordi'L . ·E! rezo fervoroso, constant,e U' univer-sal del sain-fo Rosario alcarwó la ·conversión del siqlo XUL Siqamos ese buen ,ejemplo:. Ten,emos tor:los nor alma esoiritua\ def.eustv1 el rezo diario del ~anto -Ros;ario. En ade 1 antl?- no haqla una sola familia dlondJe no se reo.e cad'a día. Si alqurios iq 1 nora<;0n la Letan!a, sin ella: Un 6ad'renuestro, die7, avemwía'> ui' un Gloria patri, ci1nc0 veces. Quien no senia los mi~terios ·cfa1 Rosario, diga: Primer 1misterio,; segundo mi,;;t,erio, hasta apr,enderlos. «El Rosa~io a Maria es 1rn:1 1d'evoción mu!JI noderosa 41 muy fácil. y1 al mis'llo tie'mpo muq .acoimm:fad'a a todla clase 'die oer" son:a<;. Se puede r-ezar en Ca<:;'!, ,en ,el molnite, por los ca'minos,. en viaies lJ ,en toda<; p'artes», como dice San Alnfonio María Clar,et. Desde hoy,, todo Iector d,2 esta mi carta no se acuest,e · sin
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