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- 103 de es¡;e juramento a los pies de la imag,en de María lnmaculada, que en el salón preside los· actos. 8. Ese mismo buen ej,emplo de f.e !:J! de fervor siguieron la Universidad .de Granada, Alcalá, Sevilla, Toledo, Zaragoza; Samiago, Barcelona, Salamanca, Valladolid y: otras., como las de Oxford, Colonia, Maguncia, Viena, Craoovia, Nápoles, Paler– mo, Coimbra, Evora... 9. Desde 1664 .en España ,era ley 1 sev,era del reino, que en 1as universidades de Salamanca, Alcalá y1 V,alla:d'olid _no s,e con:– cedieran grados a los que no juraran defon:dler ,el gran miste.río y1 privilegio de la Purísima Concepción de la Virgen María. 10. Carlos III extendió :esa Iey1 a todas las úniversidad'es de España •el año de 1779. 11. Las mismas resoluciones tomaron ios cabildos de las aatedral,es y, colegiatas, los concilio,s provinciales,. los sínodos; · diocesanos, Los capítulos generales o provlnaiales de las Ordenes o Congregaciones r•eligiosas, las diputaciones !J' municipios, las parroquias de las ciudades, villas y, aldeas,.. EL VOTÓ 'DE SANGRE.-Ni p,aró ahí el entusiasmo. Y' celo ,santo por defender la ·Concepción Inmaculada d'e María Santí– sima, ni se contentaban con cualquier obligación, sino que pa· saron más adeli;¡nte en sus prom:esas y1 votos, :obligándos,e con promesa solemne a .dar su vlda y1 ,dJerram:ar su saqgre, si nece!• sario fuei;a, por defender ese hermoso privi1egio de la Reina de cielos y, tierra María. ' La Universidad de Granada fué la :primera que hizo 'ese voto .. Las Cortes de Casfilla con el rey1 Felipe IV, en 1621, se .ohlig,a,. ron también con ese voto de sffngre, renovándole las Cortes ,es,·· pañolas en 1760 con Carlos III. Los rey1es y •emperadores y1 ·1as Cortes de los reinos, con · firmeza lJ! admirable constancia, pe:· <lían unánimemente que se d2claras,e dogma die k esa doctrina; pero ninguno_ llevó esa v,entaja a los r,ey1es de España y1 ·teólogos españoles. Un escritor belga, Mons. Malou, Obispo de Brujas, ,escribió así: «Hay que confesar en verdad, humanamente hablando, que España ha sido el instrumento de que se ha servido la Divina Providencia para allanar los caminos a la definición del misterio de 1a Inmaculada Concepción». Y el alemán Swane dejó escrito: «En Bsp,aña ,es .donde se lucha con may,or ardimiento en favor de la 1nmaculada Conceíl· ción y, donde se des,eaba univ,ersamente que este dogma fuese definido por el Papa». • Así fué en toda verdad y: realidladi. Los rey1es esp1año'1es, en una o en otra forma, que par,ecían elegidos por Dios para p1romover el culto de la Inmaculada Cor:1· cepción !J' alcanzar su definición dogmátiic:a, lograron· grandes triunfos en favor de esa, doctrina, P'idiendio a los Romanos Pon¡• tífices que declarasen dogma de fe doctrina tan Uena die encantos y, consuelos para el pueblo católico... Nadie puede imaginar ,el· inmenso e í1nti'rrfo. consuelo que pror. porcionó a los cristianos el Papa Pío IX cuando declaró dogma de fe esta doctrina, que María fué concebida sin culpa órigiJnal.