BCCCAP00000000000000000000529
El mar enloquecido agita mil paüuelos en mil manos; y más allá del mar, junto a la nada, un frenesí furioso de relámpagos .. (Los ángeles y están jugando ...) Francisco, que salía a la paz de los campos queriendo sumergirse en el murmullo de todo lo creado, y con sus ojos respirar las luces de los ausentes astros, se encontró con el viento enfurecido -gigante de mil brazo&- que le azotó la cara y revolvió sus hábitos. No se quejó de su violento empuje ni le pidió que detuviera el paso. El mendigo de Asís bendijo al ·viento y pidió caridad a su entusiasmo ... Que arrancara perfumes y no flores; que respetara el huerto y el sembrado; que pasara meciendo la alta ram::i mas sin herir al árbol; que llevara a la fragua y al desierto mensajes de jardín para el cansancio; que trajera las lluvias en las ánforas llenas del nublado; que empujara benéYolo las velas vacilantes del naufragio; que en la era del trigo separara benigno paja y grano ... 93
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz