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LA FUGITIVA Las puertas que se cerraron se abrirán antes del alba. Los quicios tienen aceite y la noche tiene lámparas, Los galgos -flechas al viento– están cansados de hazañas. En el cielo de la Umbría se ha partido una granada : una ntltad en las nubes y otra mitad en las aguas. -«Clara, oculta tus pulseras debajo de la a1mohada; cuando te visite el sueño, tendrás un jergón de paja. No peines más tus cabellos, ni te compongas la cara; que tu cuerpo está esperando las decisiones del alma. Deja alfombras y tapices, despídete de las sábanas; ya no tendrás en la vida ojos para desearlas ... » 36