BCCCAP00000000000000000000528
es sólo qndirantar e1 quinto mandamiento, ~i110 tambi011 el cuarto. por la circunstancia ele la paternidad de que estú rP• vestido el hon1bre a quien se mata. Para que una circunstancia que nmda de e,pc'oe al pP· cado sP in1pnte con1O nuevo pecado es necesario que sea d,, algún modo conocida su malicia particular. Un aldeano sin cultura alguna que pecasP con una nmjPr casada sin conocer en ,u acto pecaminoso otra maldad que la del quebrauta– tamieniíl del ,;s,:,,:lo mandm11ic11lo de la lPy de Dios, 110 incu– rriría en e' pecado gra,;-c clP adultnio. Sii1 conocer que se pPca 11m1ca ,,;e pPca, lli se i11c11rre en olro pecado que el CO· nocido. La maldad del pecaclo para que lo sea tienP que ser r¡tHTÍtÍ;í. aceptada y por tanto conocida. I~a(,; c1n.:uustanciri-~ 111t:rarnente a~~·rava11trs aun1entan ]a responsabilidad del pecado ante Dios, hacen mús grnmlP el pecado, pero llO crean obligación alguna especial en el fuero sacnn1wntal: rnatar súdicanwnte, con pormeno1Ts hm-rPndrY:. no multiplica el pPcaclo, lo agrnY,l. Estas cin:unq,mcias nrn1- ca PS IH'ce~ario dPclarnrlas en el confPsonario. CmniP11P qnn las jÚYP11f>'; lo tengan preseutp cnando se acercan al :,:,c1cr:i– n1ento para confesar 1wcados de;horwsto,;. No ps :tv•ce:, ario. ni de lny ordinaria conveniente. rnanifestar los pornw110n";. el modo o las circunstancias en qnP se realizó el pecarlu, sie1:1- pre que Potas ciroms,m1cins no hagan que el peuulo cambie su especie. Tenga, sin embargo, muy en cuenta lo que diji- 1110, hablando de los pecados internos. ele los que es prffiso 1nanifp,Jnr e] olrjetn ohrc-- que Yeri 0 ;1rL l·Jo bastaría ncu~~dr~:? an t,-' e1 co11fc,.,or~ e~.__, -._: : rlf,ceo dP rnatar'l si r-se deseo era'l por <': T de mat:,r al piHlre. c1a incuJpoh10 cnlita el petadG. pero no es 111- 77
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz