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El Arzobispo de Burgos en 195,: «Se advierte del t,erio peligro moral y por ello de la ocasión próxima de pecado que ofrece el asistir a baños públicos cuando en ellos no hay se– paración de sexos y vestido conveniente». Y el Obispo de Vich, Dr. Masnou, insistiendo en circular del año anterior decía el verano de 1956: «Sigue vigente la prohibición de asistencia de nuestros diocesanos a piscinas y playas mixtas, tal como consta y se expresa en el docu– mento aparecido el verano pasado... » Y a las personas que ofrecieron resistencia y opos1nou dice estas palabras claras y terminantes: «Sepan que la apa– rición de aquella Circular fué precedida de mucho estudio, oración y tiempo. que nadie como el Sr. Obispo se halla tan fuertc>mente enfrentado a las serenas verdades eternas quP debe impávidamente proponer: que duele en el alma ver la solera cristiana de nuestras comarcas atacadas por el paga– nismo, con la alegre cooperación de los que sin saberlo ven– den la herencia de nuestra proverbial seriedad por un plato de lentejas de costumbres que ruborizarían a nuestros pa– clres; que no sólo se busca defender la contaminación y se– ñalar fuertemente cual es el criterio entre costumbres cris– tianas y costmnhres no cristianas». «Predíquese a los fieles que el nudismo en todas sus for– mas es un esfuerzo diabólico del paganismo; que el espíritu del Evangelio jamás se compondní con las artimailas menti– rosas e hipócritas del mundo, demonio y carne, aunque se presenten como razonables conquistas del sentido común, de da modernidad y de la fácil conciencia de los pueblos. Que el programa obligado del cristiano es vivir siempre en gra-