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«Llamamos una vez más la atención sobre el escándalo <le playas y piscinas sin separac10n de sexos». (Cardenal Ar– zobispo de Tarragona, 1956). En el Primer Congreso de Moralidad en Playas celebra– do en Valencia el af10 de 1952, en la Conclusión 8 se dijo: «Se considera fundamental para la salvaguardia de la decen– cia, la separación de sexos en los bafios». El Obispo de Bilbao en 1953 dió unas normas de morali– dad para los bafios acomodadas a las jóvenes de piedad. Dijo que «el traje de bafio debe lener falda y tirantes anchos y debe cubrir la espalda. Las jóvenes no se baüarán en com– pañía de muchachos, ni estarán con ellos en la playa, ni ¡u– searán en bote estando unas y otros en traje de bafio». En Carta colectiva de los Metropolitanos de España: «Quedan prohibidos los bafios mixtos». El Obispo dP Las Palmas, Dr. Pildain, en fortísima Carla Pastoral sobre las deshonPstidad en las playas y en las mo– das. determina y establece: «Mandamos a todos los confeso– res, así sPculares como regulares, que tengan licencias minis– teriales en esta nuestra Diócesis, que nieguen la absolución a todos las personas que, previamente advertidas, persistie– ran en su intención ele continuar tomando baños de sol en traje de baf10 en compafüa ele personas ele otro sexo». «Y advertimos desde ahora a todos los predichos confesores de Pntramhos cleros, que si ---lo que no es de temer--- alguno de ellos desobedeciera este mándato episcopal, queda «ipso facto» suspenso dP licPncias de confesar Pn esta DiócPsis».

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