BCCCAP00000000000000000000528
Prelados y condenen lo~ bailes inmodeslos, r1ue cada día so11 más frecuPntes. Adviertan a los fieles cómo e11 ellos se ofen– de a Dios y se traen grandes males para la socieclacb. El Concilio Plenario ele Lisboa de 1~Jb declaró 110 sólo peligrosos sino malos los bailes modernos, <kclarando que no ,ólo era ilícito Lomar parte activa en ellos. sino el solo asistir. Raro será d Sínodo diocesano que no haya condenado los bailes modernos como anticristiano e inmoral. Los santos anatematizaron los bailes como invención dia– bólica. Cdebre es la Carta que d famosísimo misionero rn– ¡mchino B. Diego de Cádiz dirigió a la Duquesa de Medina– C('li 0xponiendo ~lh pdigros y mafo". El teólogo Vermeersch ha Pscrito en su Teología moral: «Ningún baile puede hoy· ilprobarse pnícticamente, a excepción de ciPrtas danzas 1110- n'nLPs que se celebran alguna vez en las aldeas». Terminamos con las palabras del actual Arzobispo dr' ValPncia y mltonces Obispo de Pamplona. en su conocida Carta Pastoral sobre el baile, en 1941: «Nos, convencidos del gravP deber que nos impone el cargo pastoral, pensando serenamente el asunto despu6s de encomendarlo al Señor. apoyados en la autoridad de excelentes moralistas y de los Sres. Obispos que se han enfrentado con el problema. per– suaclidos del estrago moral quP causan en nuestros pueblo, los bailes agarrados por las denuncias y quejas ele' los sPñores púrrocos. oídos. finalmente- los muy Rvdos. Sres. Arciprestes. declaramos que los bailes agarrados, tal como S<' ejecutan hoy en nuestra diócesis, o son graven1ente deshonestos por su propia naturaleza y por tanto gravemente ilícitos o son. al menos, para muchas almas, ocasión próxima de pecado gra– ve y como tales los reprobamos )" c01Hle11amos>'. 302
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz