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que es un benl'ficio para la juventud. Pero hoy se lt,s sPüa– la con frecuencia una extensión que no tiene en cuenta ni la formación integral y armónica del cuerpo y del espíritu. m el convenientP cuidado ele la vida de familia. ni el m,m– damiento de santificar el día clPl SPñnr». Sobre d rnncepto cristiano tld cleportr habló clPfinitin y magistralnwnte el Papa Pío XII al Congreso italiano de Deporte y Gimnasia, el 8 de noviembre de 1952. Deben leerlo todas las aficionadas al deporlP. De fq son Pstas sÍl1- t·esis: «El deporte tiene como [in próximo edurnr, desarrollar y fortificar el cuerpo en su aspecto dinámico y estético, ro– mo fin más rc'moto, la utilización del cuerpo por parte del alma para el desarrollo de su vida interior o exterior de la persona, y como fin último, acercar el hombre a Dios. Lo que ayuda a conseguir en su medida estos fines. eso e, huPno. sP clehe Pvitar lo quP se opone a Psos fows. Puede haber exceso l'll la estima del cuPrpo. La norma e, esta: cuidado del cuerpo, fortakcimiento del cuerpo, pero no culto clel nwr¡io. El cuerpo no es lo principal del hornlH·e. la primacía la tienP el alma. el cuerpo ddJP senir al e~– píritu. El c11Prpo puPde ser Pslorbo dd alma para ~us fines 110- hles. La gimnasia y Pl deporte que despierten los instintos malos del cuerpo, no son lícito½. 1:Con Pl placer de la belleza. con la fülmiración del ritmo Prl Pl baile y en la gimnasia. Pl instinto puede inocular su vPneno Pn las almas. Hay en el dPportP y Pn la gimnasia. en la rítmica y Pll Pl hailP. un :?65
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