BCCCAP00000000000000000000528

licadeza pierde al novio, no dude que lo tenía ya antes per– dido, no ha hecho sino precipitar, con ventajas, una situa– ción que había de llegar más pronto o más tarde y con peo– res y más dolorosas condiciones. No tema las lágrimas, llo– raría con más dolor más tarde. En estas y semejantes cir– cunstancias acostúmbrese la joven a mirar en la lejanía, al futuro, sobrepasando el momento actual doloroso. Es más provechoso sufrir un día que una semana; un mes, que toda la vida. DOCTRINA DE LA IGLESIA Sobre el noviazgo acaba de decir el Obispo de Vich, Doc– tor Masnou, en su «Prontuario de la Familia Cristiana»: «Para muchos jóvenes, el noviazgo constituye un sistema <le diversión. Sin embargo, las relaciones prematrimoniales dt'– ben constituir un medio para acrecentar el conocimiento .'– amor mutuo y una preparación digna para el matrimonio. Por tanto no puede constituir una situación caprichosa y anárquica. Por tratarse de personas racionales tienen sm leyes, su tiempo y su espíritu determinado. Las relaciones prematrimoniales deben ser cosa de Dios, no de la carne y del diablo. Para muchos, en nuestros días, son más bien lo último. Para aquellos que las leyes de castidad y respeto mutuo no tienen valor, el sexto y noveno mandamiento na– da significan. Pero no se debe confundir el corazón y el amor con la carne y la sensualidad. Las muestras de libertinaje espantoso que ofrecen no pocos novios son causa de que ellos vivan siempre pecando. de que den un continuado escándalo, ele que se cree un clima

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz