BCCCAP00000000000000000000528

mente afirmó San Agustín, para el hombre, ser inmortal, todo lo que perece deja de ser humano. El Cristianismo es un misterio que sólo entienden los que han recibido del cielo ciencia de Dios, misterio oculto como un tesoro en las entrafias de la tierra que guarda el secreto de la plena y única felicidad humana. El cristiano fiel a su fe religiosa es ciertamente un hom– bre superior y admirable. Los paganos no dejaron de reco– nocerlo. Aquel espectáculo nunca visto y aparenetmente im– posible de su conducta fué apología de la verdad del cristia– nismo y a muchos convirtió. El cristiano tiende con todas sus fuerzas a la consecución de un objetivo fundamental: su plena glorificación en el futuro; para alcanzar ese fin codiciado sólo tiene un cami– no: seguir a Jesucristo, «Camino, Verdad y Vida». Jesucris– to en la vida del cristiano lo compendia todo: El es camino, fuerza y término. La felicidad suma, el gozo pleno para el cristiano tiene un nombre concreto: Jesucristo. Estar a su lado, verle, sentirse amado de El constituye para el cristia– no la Vida en su plenitud. El camino hacia la Vida para el cristiano resulta duro y trabajoso porque hay enemigos y fuerzas coaligadas que se oponen a sus aspiraciones.El mundo, el demonio y la propia naturaleza son los enemigos jefes contra los que tiene enta– blado el combate el cristiano. La Gracia, que es la fuerza de Dios, conectada con la voluntad del hombre, es el arma de defensa y de triunfo. Dios, desde lo alto, mira, presencia el combate y esper;i el final para repartir las recompensas o infligir los castig•Js

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz