BCCCAP00000000000000000000528

El noviazgo es el sueño dorado de las jóvenes. La mujer es fácil para el amor, y el amor lo que toca lo embellen'. aunque sea fango. ¡Ay de la mujer que llegue a enamorarse del mal!, lo estimará como un cielo. Las jóvenes están siempre esperando a ~u novio; la mu– jer es una ofrenda: esto lo experimentan mejor los hombr0, que las mujeres. Sin embargo, el noviazgo es el mayor peli– gro moral que encuentra la mujer en su vida. El hombrr' tiene al demonio dentro de sí, la mujer a su lado. Porque la naturaleza de la mujer clama por el hombre --hoy bastante más alto que lo natural--- tiene grnn pdigrn de ser fúcil con el hombre, y de pasar la raya de la prudenci.t en su trato. Este peligro se acrece por la falta de caballerosi– dad de los hombres que abusan de ese instinto de la mujer. El peligro de la mujer es su corazón; su mayor enemi– go, el hombre; no precisamente porque los hombres sean malos -que muchos sí lo son- sino por su condición. El noviazgo no es una aventura pasajera de la juventud. es la puerta del futuro de una mujer. Todos los prohlemas de tu vida, joven, tendrán su raíz en los días cortos ¡wr:J transcendentales de tu noviazgo. No está, pues, todo en en;i– morar a un hombre, lo está en conquistar tu frlicidacl tem- 2l2

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz