BCCCAP00000000000000000000528
1nejante argun1ento se atreva a aconsejar que e¿; n1ús desea– ble vivir en matrimonio que consagrar~e del todo a Dios. conculca y perturba el recto orden de las cosas... Según 1() exige la conciencia de nuestro deber, condenamos en abw luto a todos los que trabajan por apartar a los jóvenes el,, su entrada el! los Seminarios u Ordenes Religiosas y de la emisión de votos, pretendiendo convencerles ele que por rn ~ dio del matrimonio, siendo buenos cristianos. consig1wn w 1 bien espiritual mucho mayor». «También advertimos que es completamente folso afir– mar que dejan de pertenecer, en cierto modo. a la c0Enm1 clarl humana quienes profesan la castidad perfecta». El 15 ele septiembre de 1952 en audiencia a las Su¡wrio– ras Generales de Ordenes Religiosas femeninas dijo de m1P– YO: «Quisiéramos dirigirnos a aquellos que, sacerdotes o seglares, predicadores o escritores, no tienen ni una palabra de aprobación o ele alabanza para con la virginidad consn– grada a Cristo; a aquellos que desde hace aüos. y a pesar ck las advertencias de la Iglesia y en contra de su pensamiento. conceden al matrimonio una preferencia de principio sobre la virginidad, a aquellos que incluso llegan a presentar el matrimonio como el sólo medio capaz de asegurar a la per– sonalidad humana su desarrollo y su perfección natural. ]n~ que hablan y escriben así sean conscientes de su responsa– bilidad ante Dios y ante la Iglesia. Es preciso incluirles en el número de los principales culpables de un hecho del cual Nos no podemos hablar sino con profunda tristeza». Está definido en el Sdo. Concilio de Trento que el eslado de virginidad es forma de vida humana m{1s pPrfecta que h dP! matrimonio cristiano. Negarlo constituye pecado mortal.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz