BCCCAP00000000000000000000528
mayor peligro que puede tener una joven para su eterna salvación. Según la intensidad con que la mujer ame el mm1- do y estime su salvación, buscará la belleza, o la temerá. La que ame el goce del mundo y sus bienes prohibidos, negocia– rá con su belleza para ganarlos, porque para el triunfo en el mundo ninguna arma como la belleza. La que estime el cielo sobre todo, será prudente y temerosa en la posesión y explotación de su belleza. El pecado se ofrece a la mujer hermosa siempre en ban– deja de plata. Todos los vicios miran sonrientes a la mujer bella. La be– lleza tiene sin duda un triunfo, pero ese triunfo no suele ser el de la virtud. La joven que ame sobre todo la virtud, teme– rá si es bella. La mujer guapa, si carece de grandes valores morales. está abocada a no ser comprendida ni amada, sino meramen– te deseada. Si la joven estima su honor y busca su bienestar. debe pensar en este peligro y tomar medidas para alejarlo. Lo evitará sombreando su belleza y observando atentamente las manifestaciones y actitudes de los hombres ante ella para conocer si son meros brotes pasionales o sinceras muestras de admiración y cariño. A ninguna joven conviene tanto ser recatada y parca en confianzas con los hombres, como a la muy agraciada. En el cielo la belleza es una gloria, en la tierra es un peligro. Cuando el hombre llega a perder de vista en la mu¡er sus valores espirituales, que sucede siempre que la mujer hace resaltar excesivamente los corporales. no le queda otro
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz