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I .uz Er: EL CAI\IINO se escribe para que las jól'cncs puc– df/11 ¡:er las serpientes aga:::,apaclas no paras L'ercs entre f lo– r,'s. Pnzsundo ro en que las jrkcncs no las ucn y quiaí ni de su existencia. me he determinado a tornar la pura dcscubrírsc?as. E.ristc una mentalidad. ho;- en que no atiende ni quiere pensar en lo 1110- f co y peligroso di' la uit!a para no complicársela y po– d,,,· así ,mrhn· con mr'ainw dc!rctacir)lz las delicias de la tierra. Esta mcntalidml que se e:rpmule run entusiasmo por todas las esferas y mrmifestaciones de la actiz,idad hwnana, pmzc en crisis el authztico sentido cristiano de la z,irfa. A rlc- ía jw'enturl femenina de este peligro y sus posibles nu,ln· tiende este {¡)¡ro. Pon¡i!t' es libro de en ('i se ihrhla , ,,ís 1lc cncnzinos F de pecado que de l'Írtwl r de hl'- 1le-:11s. Li nwror impnlimento para 1¡11c L1;z EN EL C\:\í'':n ol– Ct!m'<' sus objclÍ1'0S nobles. quizá csl!' en llegar u1z poco tar– rl1'; tiene ya cogidas casi torlas lus posiciones. J,a iuz·cntwl _femenina moderna cstrí en punta crmtu! todo y contra tor/1Js /r;s 1¡11c pongan estorbos en el camino de felicidad r¡uc ella s,· tiene tra::.ado. Diren l11s já1·cncs de lzor que ya no son 1::rl([s r •.ahen a dónrlr 1'm1 r el caso es que muchas· auc así lo ignoran y siguen siendo realmente in/ antiles. 5,'inccranwnte. pienso que el mal mdiral de la juventud femenina está en su mumlanidad y su frh,olidad. Su instin– {/J aún se conserl'a sano. la l'Ol11ntad 110 siempre. J,:ste libro quiere imponerse a la mente y a la voluntad de esta fw.'en– tud ewdnna para romu111ú1rla solidez 1· firme--.a. A la T 1 11nwu!mlo. Reina r Aladre por de?·erho propio de la juve11- ·,• femenina. encomienda el autor esta aspiración amada.