BCCCAP00000000000000000000526
X «La meta de nuestra vida cristiana era la celebración de la divina Liturgia. LA EUCARISTIA no es una representación del sa– crificio de Cristo, sino siempre un Sacrificio único que se produce ante nuestros ojos. A veces, llevado por mi ferviente fe de poeta y cristiano, sentía pena por no haber vivido en tiempos de Cristo y recordaba las palabras de San Juan Crisóstomo: «No eres el único cristiano en lamentar no haber visto a Cristo. Cuántas personas de hoy dicen: quisiera verle a El mismo, su rostro, sus rasgos ... Pues bien, le veis, le tocáis, le coméis ... El mismo se da a vosotros y le lleváis a vuestros hogares. Y así, después de cada Comunión me sentía, no solamente limpio de todo pecado, sino incluso divini– zado, pues tenía en el cuerpo la misma sangre de Dios. Llevaba en mí a Dios: era «Teóforo», portador de El. .. » (Constantino Virgil Gheorghiu: «De la hora 25 la hora eterna) 91
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz