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«Tú que te glorías de la Ley, deshonras a Dios con la transgresión de la ley. Porque por vuestra culpa los gentiles profieren blasfe– mias contra el nombre de Dios.» (Rom 2, 24). El mismo Apóstol aconseja a los esclavos y sirvientes respetar a sus superiores, para que no sean denigrados el nombre de Dios ni la doctrina. (/ Tim 6, 1). PARA TU CUADERNO 1) Da una explicación breve y sencilla de lo que juzgas que quiso indicarnos Dios de sí mismo al decirnos:«¡Soy el que soy!» 2) Si Dios se basta a Sí mismo ¿puede haber por su parte motivos «egoístas» en la creación, o acto creador y divino? 3) ¿Por qué y cómo debemos corresponder al amor de Dios? 4) ¿Con qué motivo y en qué ocasión dijo Jesús que «no los que claman : ¡Señor!, ¡Señor! ... ? 5) La nueva Alianza fue sellada mediante un sacrificio cruento y otro incruento y renovado constantemente, ¿cuáles son? Sobran en nuestras estaciones los avisos de «La Ley prohibe la blasfemia»; nos basta la conciencia y educación de hijos de Dios.