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1 1 1 DE LA IMITACION DE CRISTO «Quien me sigue no anda en tinieblas, dice el Señor. Estas palabras son de Cristo, con las cuales nos amonesta que imitemos su vida y costumbres, si que– remos ser verdaderamente alumbrados y libres de la ceguera del corazón. Sea, pues, vuestro estudio pensar en la vida de Jesús. La doctrina de Cristo excede a la de todos los Santos, y el que tuviere espíritu hallará en ella maná escondido. Mas acaece que muchos, aunque a menudo oigan el Evangelio, gustan poco de él , porque no tienen es– píritu de Cristo. Conviéneles que procuren conformar con él toda su vida . * * * Vanidad de vanidades y todo vanidad, sino amar y servir solamente a Dios. Suma sabiduría es, por el desprecio del mundo, ir a los reinos celestiales. * * * Procura, pues, desviar tu corazón de lo visible y traspasarlo a lo invisible, porque los que siguen su sensualidad manchan su conciencia y pierden la gracia de Dios.» (Tomás de Kempis: «Imitación de Cristo» Lib. /, Cap . 1) 29