BCCCAP00000000000000000000526
12. LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS IV) Amor al prójimo (continuación) Preguntaban, en cierta ocasión, a un sabio: -¿Cuál es el ser más feliz ... ? -¡Dios ... ! -Bueno, eso es claro. Pero, entre los hombres ¿quién es el más feliz ... ? -¡ El que vive más cerca de Dios por el cumplimiento de su voluntad! Y los Mandamientos son la voluntad manifiesta de Dios. Insistiremos en el aspecto positivo, en lo bueno y el bien que proporciona al ser humano la guarda de los Mandamientos divinos. Debemos llegar al convencimiento de que es un bien el don de la vida que tenemos que respetar en nosotros y en el prójimo (5. 0 Mandamiento); el amar pura y castamente, respetando nuestros cuerpos que son templos de Dios y evitando hasta los deseos deshonestos (6 . 0 y 9. 0 Mandamientos) ; el respeto a los bienes ajenos (7 . 0 y 10. 0 Mandamientos); el. ser sinceros y leales (8. 0 Mandamiento). 1.-Debemos agradecer y amar el don de la propia vida (5.º Mandamiento) Es uno de los más preciosos bienes que Dios ha otorgado al hombre al mismo tiempo que, para protegerle, también le ha dotado del ins– tinto de conservación . La v ida y la salud -dice un buen teólogo moralista- son valores muy altos, y como tales confiados a la tu– tela del amor sobrenatura l de sí mismo y del prójimo. Sin olvidar que, si el amor sobrenatural - caridad- protege la vida corporal, ésta debe estar siempre al servicio de aquél. En la parábola de los «talentos», o dinero, que el Señor confía a sus servidores durante un largo viaj e, y el premio que da a los dos que habían trabajado para ganar más y el castigo al que lo escond& y no negocia con él, Jesús nos da una lección práctica de cómo de- 11 O
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz