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do las ataduras, cogió una quijada de asno y con ella mató a mil fi– listeos. Otro día, Sansón se presentó ocultamente en Gaza, ciudad filistea. Cuando se enteraron los filisteos, mandaron cerrar bien las puertas de · la ciudad para que no se escapase. .Pero Sansón fue, cogió las puertas, las arrancó, las· echó sobre sus hombros y las llevó muy lejos de allí. Una mujer filistea, llamada Dalila, lo traicionó. Sansón estaba enamora– do de ella. Los filisteos lograron de Dalila que descubriera y les comu– nicara el secreto de la fuerza extraña de Sansón, que no era otro que su cabellera. Un día, mientras dormía Sansón, vinieron y le cortaron el pelo. Sansón perdió su valor y su fuerza. Los filisteos lo ataron, le sacaron los ojos y le hicieron prisionero. ,Pasaron :los días, y a Sansón le :volvió a crecer la cabellera. Con mo– tivo de una fiesta en honor del dios Dagón, los filisteos llevaron a San– són al templo, para burlarse de él. Cuando el templo del ídolo estaba lleno de gente y todos gritaban en honor del falso dios, Sansón sintió de nuevo una ·fuerza misteriosa. Se agarró a las columnas principales del templo y con tal fuerza las sacudió, que todo el templo se vino abajo, pereciendo los que allí estaban y pereciendo también Sansón. Como se ve, Sansón no fue propiamente un juez, pues no administró la justicia entre las tribus ni las condujo a la batalla. Con todo, la Biblia lo coloca entre los jueces, pues Dios se sirvió de él para castigar a los enemigos de Israel.