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2 CAIDA Y PROMESA DE REDENCION Dios no se contentó con crear simplemente al hombre. Lo ador– nó con unos dones extraordinarios: la gracia, que lo hacía hijo de Dios, ciencia conveniente, inmortalidad en cuanto al cuerpo. Todos esos dones serían para el primer hombre y para todos sus descen– dientes, todos nosotros, si Adán cumplía fielmente los preceptos del Señor. Pero Adán no obedeció, y, consecuentemente, él y todos nos– otros nos vemos privados, al nacer, de aquellos dones tan maravi– llosos. Dios, sin embargo, no abandonó a1 hombre en su pecado, y nos prometió un Redentor. Este plan de salvación, revelado por Dios a Israel, es lo más importante de toda la historia sagrada. EJ tercer capítulo del Génesis nos lo narra en un relato lleno de sím– bolos e imágenes bellísimos. En la caída del primer hombre, y también en las nuestras, in– tervienen los demonios, los ángeles malos. Mientras qu.~ los án– geles buenos nos ayudan a volver a Dios. Por todo ello, hablamos también en esta lección de los ángeles. 1. Los ángeles y los demonios. La Biblia se interesa principalmente de la historia sagrada del hombre, de lo que Dios hizo por el hombre y cómo éste se ha comportado con Dios. Esto no obstante, en bastantes pasajes de la Biblia se nos habla también de ~,os ángeles, de los buenos y de los malos. Creación. No sabemos cuándo ni cómo fueron creados. Tal vez lo fueron antes de la creación del mundo visible. Tampoco conocemos su número~ aunque la Biblia deja entrever que son muchísimos, incontables. Los ángeles son espíritus puros, sin cuerpo material. Por e so, aunque vayaf._l a nuestro lado, no los podemos ver ni tocar. Tentación y caída. Eran totalmente felices. Pero Dios quiso probár su fi– delidad, y les puso una prueba, que no sabemos en qué consistió. Lo cierto es que muchos de los ángeles, capitaneados por Lucifer, se rebe!aron 19
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