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l. Los romano s. . Los sucesores no supieron mantener el reino en este esplendor. Se enzarzaron en luchas domésticas, y, para decidirlas, llamaron en su auxi– lio a los romanos. Estos no esperaban otra cosa para poner su pie en Palestina. Y en el año 63, Pompeyo, el gran general romano, conquistó Jerusalén y, espada en mano, penetró en el Templo, en el Santo de los Santos, del que salió desilusionado, pues nada sensible y llamativo en– contró en él. Desde aquel momento, los judíos eran un pueblo más del gran imperio romano. Roma trajo a Oriente grandes carreteras, grandes edificios, templos, teatros, ciudades, acueductos. Palestina participó tam– bién de todos estos bienes de la cultura romana. 3. Herodes (40-4 a. de Cr.). El año 40 a. de C., los romanos nombran a Herodes rey de Palestina, como premio a los servicios _que éste prestara a Roma en Oriente. Hero– des era hijo de padre árabe y madre judía. Para los judíos era una ver– güenza tenerlo como rey; se sentían humillados, pues no pertenecía a la clase real. Su mandato duró 36 años. Herodes se caracterizó por su afán de grandeza, por su sagacidad y po~. su crueldad. El Templo de Herodes el Grande 132