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mejores de la F :ratura universal. Los otros capítulos del libro-40-66- J · ~ - ~-·•----•· d un profeta, también extraordinario, que vivió en los días de la cautividad babilónica. En los días de Isaías, profetizó también Miqueas. Entre sus dichos, sobresale el anuncio que hace de la aparición de un Príncipe maraviHoso, que naoerá en Belén, la ciudad de David. Profecía que se realizó al nacer Jesús en Belén. 4. Jeremías. Era natural de Anatot, cerca de Jerusalén, de familia sacerdotal. Sin– tió la vocación profética el año ó27, en tiempos del piadoso rey Josías, a quien debió ayudar mucho en la reforma religiosa que éste realizó en todo su reino. El libro que lleva su nombre nos habla de la actividad del profeta durante los últimos reyes de Judá-Joaquim, Joaquín y Se– decías-. Jeremías tuvo que sufrir muchísimo. Las palabras que anun– ciaba en nombre de Dios eran rechazadas por los reyes y príncipes. Se le encarceló, se le maltrató en diversas circunstancias. Las quejas, que dirige a Dios son de una gran hermosura y manifiestan la piedad y con– !fianza absoluta que tenía puesta en el Señor. Cuando los ejércitos de Nabucodonosor destruyeron el pequeño reino de Judá, Jeremías fue dejado en libertad. Pero, poco después, fue llevado a Egipto, donde muere. También Jeremías s•e encontraba ante un grave caso de conciencia: la alianza de Dios con la casa de David parecía estar a punto de fracasar, pues la dinas.tia davídica iba a desaparecer para siempre. El profeta anun– ci~ una nueva alianza, -que Dios establecerá con el pequeño resto, el pequeño grupo de fieles a Yahvé. Será una alianza eterna, escrita no en tablas de piedra sino en el corazón mismo de los hOlmbres; traerá consigo el fiel cumplimiento de la Ley de Dios y el perdón de los pe– cados. Por medio de su Espíritu, Dios transformará el corazón del hom– bre, de tal manera que éste podrá conocer y amar a Dios como El se :merece. · Esta alianza nueva tendrá su realización en Cristo Jesús, a partir del Calvario. El santo bautismo, que es una participación en el misterio de la muerte y de la resurrección de Cristo, nos infunde el Espíritu, trans– forma nuestro corazón y nos une a Dios, convirtiéndonos en hijos suyos. A Jeremías se le atribuye el hermoso libro de las Lamentaciones, co– lección de cánticos de dolor sobre las ruinas de Jerusalén. La Igl,esia las lee duran te la Semana Santa. 5. Historia de Judit. El libro de Judit nos cuenta una victoria del pueblo escogido sobre sus enemigos, gracias a la intervención de una hermosa y valiente mujer 109
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